viernes, 31 de agosto de 2007

Sino

Será que el tiempo nos sorprende un día
ordenando espacios.
Que vamos descolgando las razones
al postergar la oscura resistencia.

Será que los recuerdos se destiñen
que pierden los contornos
como el ojo que ahora me traiciona.

No lo sé
estoy aprendiendo a no olvidarme
de cada ceremonia con la vida.

Afuera están los ruidos de la casa
la proyección de todos los posibles
la rueda que no cesa con su rito

y este retrato de mí
viendo pasar
el carro de los sueños.

Será que no hay almohada sin limosna
o la necesidad que anda al galope
nos prepara a un viaje fronterizo.

Que la belleza se hace honda
en esa instancia poderosa del destierro.

No lo sé
será que estoy amaneciendo tarde
frente a este crucigrama
que me delata el cuerpo.


Enviado por Silsh.

sábado, 25 de agosto de 2007

Agamenón(de Esquilo, en Cáteda, 2005, "Tragedias completas")

AGAMENÓN


Cruel es mi destino si no cumplo,

pero también cruel si degüello a mi hija,

de mi hogar la alegría,

y con un chorro de sangre virginal yo mancho

junto al altar estas manos de padre.

¿Cuál de los dos partidos

está libre de males?

¿Y cómo puedo abandonar mi escuadra

traicionando así mis alianzas?

Pues que este sacrificio,

que ha de calmar los vientos,

que esta sangre de virgen,

con todo ardor deseen,

no es, en verdad, un crimen,

¡qué sea para bien!

[...]

CLITEMNESTRA

(Que aparece ante la puerta con frialdad y dueña de sí misma.)

Si antes dije palabras que exigía

este trance y ahora lo contrario

proclamo, no voy a sentir rubor.

Pues, ¿cómo en otro caso el que se apresta

a descargar su bilis contra aquel

que le odia a su vez, fingiendo ser

amigo suyo podría una trampa

insalvable de muerte levantar?

Ha tiempo que tenía preparado

este proyecto. Y ya llegó la hora

del triunfo final, ¡tras tanto tiempo!

Aquí me yergo, do descargué el golpe

ante mi víctima; y obré de tal

manera, no os lo voy a negar, que

no ha podido ni huir ni defenderse.

Una red sin salida, cual la trampa

para peces, eché en tomo a su cuerpo

-la pérfida riqueza de un ropaje—.

Lo golpeo dos veces, y, allí mismo,

entre un grito y un grito, se desploma.

Cuando está ya en el suelo, un tercer golpe

le doy, ofrenda al Zeus de bajo tierra,

protector de los muertos. Ya caído,

su espíritu vomita; exhala, entonces,

un gran chorro de sangre, y me salpica

con negras gotas de sangrante escarcha.

Y yo me regocijo cual las mieses

ante el agua de Zeus, cuando está grávida

la espiga. Y eso es todo. Alegraos

por ello, argivos. Si es que os causa gozo.

Yo exulto, y si fuera razonable

verter sobre un cadáver libaciones,

ahora fuera justo, y más que justo.

A tal punto, la crátera, de males

execrables llenó, y ahora lo paga...

[…]

CORO

(Muy agitado.)

¿Qué mala hierba, mujer,

nutrida por la tierra, qué ponzoña

sacada del mar bebiste

para atreverte a cargar

sobre ti este sacrificio

despreciando la maldición de un pueblo?

Pero serás una mujer sin patria,

odio implacable de tu propia tierra.

CLITEMNESTRA

¿Ahora decretas para mí el destierro

y soportar el odio de mis gentes,

y las imprecaciones de mi pueblo?

Pero entonces no hiciste nada en contra:

este varón, que, sin darle importancia,

como si se tratara del destino

de una res, cuando sobran las ovejas

en el rebaño, osó sacrificar

—el parto más querido de mi vientre—

a su hija, para hechizar los vientos

de Tracia. ¿No era éste a quien debías

de esta tierra expulsar, así lavando

sus crímenes? Acabas de escucharme,

¡y te eriges ya en juez de mi conducta!

Lanza tus amenazas a sabiendas

que estoy igualmente preparada.

Y si tú me doblegas con tu brazo,

podrás ser mi señor, mas si los dioses

deciden lo contrario he de enseñarte

a saber, aunque tarde, qué es prudencia.


Las Coéforos(de Esquilo, en Cátedra, 2005, 'Tragedias completas')

ELECTRA
¡Oh el más dulce cuidado de la casa

paterna! ¡Oh mi llorada esperanza!,

¡semilla salvadora! En tu valor

confía y recupera de tu padre

el palacio. ¡Oh dulce rostro que

es para mí, al tiempo, cuatro cosas!

Que es fuerza que te invoque como a padre,

que en ti fije el afecto de una madre,

—que nos es, con razón, tan odiosa—

y el de la hermana, cruelmente inmolada.

Y eres mi hermano fiel, que aquí ha llegado

y mi propio respeto trae consigo.

Ahora, que la fuerza, y el derecho,

y Zeus omnipotente nos ayuden.

[...]

ORESTES

Como un dardo penetra en mis oídos

lo que has dicho;¡Oh Zeus, oh Zeus! Envía

desde abajo un tardío

castigo contra la mano osada y asesina.

¡Incluso en una madre ha de cumplirse!

martes, 21 de agosto de 2007

Poemas de 'Luna-Hiena' de Alonso Cordel

Escondimos los limos
las conchas anacaradas

y los bolsos de terciopelo.

Eliminamos todo recuerdo de pérgolas y parterres
y abandonamos proyectos

de exóticos viajes.

Incluso prescindimos

de las amplias bañeras

que despilfarraban nuestro tiempo cronometrado.

Así, sin sobremesas con parchís,

olvidadas las señas del mus

entramos en la nueva era

del colectivismo gregario.
El dolor nos invoca al tránsito,
el placer nos reclama la muerte.
El amor nos adormece

pero en su ausencia vomitamos.


Alonso Cordel, en Luna-Hiena, Colección Juan Alcaide, Ediciones del Excelentísmo Ayuntamiento de Valdepeñas, 1988.

jueves, 16 de agosto de 2007

PENÉLOPE(De Isabel Rodríguez Baquero)

No creáis mi historia:
los hombres la forjaron
para que el sacro fuego de inventados hogares
no se apagara nunca en femeniles lámparas.

No creáis mi historia
Ni yo esperaba a Ulises
Tantas Troyas y mares y distancias y olvidos...,
ni mi urdimbre de tela
desurdida de noche
se trenzaba en su nombre.

Mi tela era mi escudo,
no del honor de Ulises,
no de la insomne espera
del ya más extranjero
que los lejanos príncipes que acechaban mi tálamo.

Y si el arco de Ulises
esperaba su brazo,
es porque yo al arquero
sólo desdén profeso,
y nada me interesan sus símbolos de pureza:
sus espadas, sus arcos,
sus tremolantes cascos
y las espesas sangres
de su inútil combate.

No creáis en mi historia
Cuando volvió el ausente
me encontró defendiendo con mi ingeniosa urdimbre
mi derecho inviolable al tálamo vacío,
a la paz de mis noches,
al buscado silencio:
la soledad es un lujo que los dioses envidian.

De "Tiempo de lilas"

Poemas de 'Luna-Hiena' de Alonso Cordel

I

Evitamos peligros y desarmamos trampas,

sumamos noches y desmontamos sueños;

tristemente evocamos el pasado,

imaginando antídotos perfectos.

Negamos lo posible y nos lloramos

con la esperanza inútil de entendernos.

II

¿Quién soy? ¡Cómo me pierden

tus buenas intenciones!

Me emborracho de éter

y partimos

por el espejo sucio del pasado,

donde crecen respuestas para todo.

Tupidas esperanzas de perderse

en la desolación y el desengaño.

Arriba todo es angélico e inútil,

aquí falla el paisaje.
Allí serás un dios volando en el vacío,

como una hoja seca que el viento arrebatase.

Aquí la duda nos cuelga como cerdos

que a otro dios más cruel se sacrifican.

III

Gocemos mientras tanto alegremente

la presencia fantasma de Bilitis,
la llegada del atleta griego,
o un nuevo amor nacido de la espuma

bulliciosa del Cantábrico.
Hagamos cada encuentro

regalo de los dioses,

misteriosas ofrendas envueltas en caricias

y lazos de cariño

que mueren si desvelan

su frágil contenido.

IV

Adiós a los pinares apenas recorridos
y a la llanura gélida del páramo,
a la cuadriculada armonía de Herrera
y al absurdo suicidio

de algunos conocidos.

Porque no aguanto más

las sombras callejeras,

ni el silencio mortífero de tanta despedida,

me hago yo mismo eco de mi propia agonía

y digo adiós a todos, prolongando mi ausencia.

V

No voy a suicidarme tan temprano,
porque deseo aún aquellas lilas
que cortaba mi madre,

el sol de mayo

y quedarme dormido entre tus brazos

a veces homicidas.


Alonso Cordel, en Luna-Hiena, Colección Juan Alcaide, Ediciones del Excelentísmo Ayuntamiento de Valdepeñas, 1988.

miércoles, 15 de agosto de 2007

Poemas de Mariana Busso

un cuerpo en la ventana
filosofa
siluetas de asfalto
y mapas de tiza

nos sospechamos agua
carne que florece
absorta
el otro lado nunca
desde acá mientras

la nuca se arquea
y rasguña
cuajando insomnios

de cerca
esa acrobacia vertical
sólo es remanso
y miles de insectos

minúsculos

lunes, 13 de agosto de 2007

Poema de 'Luna-Hiena' de Alonso Cordel

Álamos, hayas, olmos, aureolas.

El poeta recorre la ciudad,

apenas duerme,
busca infidelidades a su sombra.

Comienza a amanecer y sus fantasmas

se desvanecen como una pesadilla.

El eco de su voz es tan efímero

como las nubes de la pirotecnia.

Quiere volar —quisiera—, pero ahora

el corazón es una roca inmensa.

Quiere nadar y se hunde en un pantano

de recuerdos inútiles.

Quiere quedarse estático, inmutable,

y le desplaza el viento del instinto,

las olas del amor y las ardientes

lavas destructoras.

del volcán de la noche.

Se quisiera dormir algunos siglos

y despertar cuando lo hiciera el Verbo.

Abrir los ojos cuando las palabras

sean tan exactas que abandonen credos,

autos de fe o simplemente actas

con testigos y jueces y notarios.

Que se escriba con peces y con árboles;

dijera sol y viéramos destellos.

Telémaco tal vez no encuentre a Ulises

en este siglo XX,
ni las nuevas agencias de viaje

nos ofrezcan paisajes del futuro.

El poeta descubre que su mundo,

que su bastón de fresno
no ha existido
—ni siquiera los olmos son reales—,

que no hay garzas, ni pérgolas,

que en la ciudad no viven
las hiedras trepadoras,
ni deja el mar su espuma por las calles.

Y decide no ser; no estar.
¡Qué triste decisión en los mortales!

Y, sin embargo, inútil al poeta,
que, sin quererlo, a veces, sobrevive.


Alonso Cordel, en Luna-Hiena, Colección Juan Alcaide, Ediciones del Excelentísmo Ayuntamiento de Valdepeñas, 1988.

lunes, 6 de agosto de 2007

Comparativa(Alonso Cordel-José Hierro)

La vida es un fracaso y una fuga,

una lamentación y una locura.

La vida ¡casi nada! y, con cordura,

es eso solamente: casi nada.

La vida es una mano enamorada,

un corazón que late por no verte.

La vida es empezar a conocerte

y recorrer la selva aún ignorada.

La vida es evitar la iluminada

voz que nos destruye, la carcoma

que mata lentamente, la vida

es empezar sencillamente en paz cada jornada,

o tal vez —sin regreso— es una ida.

La vida: ¡casi nada! y casi nada.

Alonso Cordel, en Luna-Hiena, Colección Juan Alcaide, Ediciones del Excelentísmo Ayuntamiento de Valdepeñas, 1988.


VIDA
A Paula Romero
Después de todo, todo ha sido nada,

a pesar de que un día lo fue todo.

Después de nada, o después de todo

supe que todo no era más que nada.

Grito “¡Todo!”, y el eco dice “¡Nada!”.

Grito “¡Nada!”, y el eco dice “¡Todo!”.

Ahora sé que la nada lo era todo,

y todo era ceniza de la nada.

No queda nada de lo que fue nada.

(Era ilusión lo que creía todo

y que, en definitiva, era la nada.)

Qué más da que la nada fuera nada

si más nada será, después de todo,

después de tanto todo para nada.

José Hierro, Cuaderno de Nueva York, Hiperión, 1998.

sábado, 4 de agosto de 2007

ARS POETICA

Escribo versos. Lo confieso. Versos

de todos los colores y tamaños.

Indescifrables como jeroglíficos

egipcios. Transparentes.

Versos con mala uva. Versos lapa.

Versos muertos de amor.

Amasados con lágrimas.

Rebozados en sombra. Escribo versos

sometidos a estricto control métrico.

O indisciplinados como pájaros.

Versos hermafroditas.

Para todos los públicos.

Patológicamente depresivos.

Económicamente dolorosos.

Escribo versos. Lo confieso. Aunque

no sirvan para nada,

y acaben devorados como yo

por la tenaz polilla del olvido.

Del libro "Breve discurso sobre la infelicidad" (Premio Leonor de Soria, editado por la Diputación Provincial de Soria)

También está incluido en la antología "El héroe absurdo (Poesía reunida)", editado por Hiperión.

Un saludo cordial a todos los amigos poetas:

Juan Ramón Barat www.juanramonbarat.com

el beso

los ultimos cartuchos se incrustan en tu cuerpo
y te derramas
y desde lejos besas mientras caes al homicida

jueves, 2 de agosto de 2007

Versos lapa(Reproducción de la convocatoria lanzada por mail hace escasos días, y cuyo ámbito se amplia al lector de este blog)

Quiero, decir:

hay versos que nos acompañan aunque no los entendamos. Ésta decía que era Federico la mejor virtud de su 'Romancero gitano'. Un libro que gustaba tanto a los que podían entenderlo como a los que no. Diga lo que diga la 'intelectualidad' que le detesta, Federico tenía razón: es innegable la belleza y la técnica deslumbrantes de su romancero. Unos versos en los que todos los sentidos participan:"la luna bajó a la fragua con su polisón de nardos", vista, oído, olfato...y el gusto del tacto, por supuesto.

Versos de compañía, que os parece, versos que se le cuelan a uno por las rendijas del alma y que allí se quedan. Como se cuelen las emociones, sin razón aparente. Versos de compañía. Bueno. Pero no, es más que eso, no son versos de compañía. No los elige uno por acompañantes, son ellos los que nos eligen a nosotros. Y en algún momento, en el más insospechado, se nos desvelan o deslumbran o estallan.

¿Y no es éste el motivo de nuestras vidas, el continuo estallido, la continua lucha, la guerra perpetua? Pues eso, bombas, versos bomba, 'Versos lapa'. Versos que se nos prenden irremediablemente y terminarán por estallar. ¡Y ojalá que fueran estas las únicas bombas!

¿Y qué? Pues como vengo estando negado para la escritura en los últimos tiempos, y sé que este libro nunca lo voy a poder escribir, se me ocurre incitaros, por si os inspirase algún poema (qué pretenciosidad, verdad.¿Yo inspirar versos?) y os apatece compartirlo y lo sacamos en mi blog (http://poesiaabierta.blogspot.com) cuando tenga un conjunto. Bueno, bueno, si queréis, ¡eh!, que aquí nadie obliga a nada. Sólo es una idea que os comparto. Una idea que sugiere un proceso creativo común. Aunque para ser eso ya haya hablado demasiado.

También lo podéis tomar como una invitación a la publicación.

Tic, tac, tic, tac, tic, tac...

Por mi parte diré:
los ultimos cartuchos se incrustan en tu cuerpo
y te derramas
y desde lejos besas mientras caes al homicida

Espero que la invitación sea de vuestro agrado. Y si deseáis ampliarla os será agradecido.
Besos.

Por cierto, Ariadna García ya escribió 'Napalm'. Tal vez estas mías no sean más que las brasas del fuego que ella encendió.
Gracias.

A continuación, Gonzalo escarpa pidió aclaración. Y añadí:

A mí la idea que me seduce es la de verso lapa. Y cada uno que la interprete a su modo. A mi me mueve a pensar en un verso que se nos prende irremediablemente, lo entendamos o no, y creo que la involucración de los sentidos, como en el verso de Federico, lo logra. Otros modos abrá.
Por otra parte, el rollito violento que sugiere verso lapa, tampoco me parece que desmerezca. De hecho, todo lo contrario. 'Napalm', el nombre de un explosivo, ya ha sido título de un poemario. 'Feroces', el de una antología.
La violencia de un verso incomprensible en lo inmediato que se nos prende por su belleza. Éste es el intento que propongo. ¡Casi nada, verdad! Y ahí los sentidos y el conflicto.
Con estos mimbres, hagamos cestos. Un poema, maestro. ¡Y ojalá que más!
[...]
Mi idea es colgar esos poemas en mi blog, identificados con su propia etiqueta (Versos lapa) y la del autor.
Un abrazo.

Así que, amigo lector, quedas invitado a este 'juego'. Aquí se abre, esperando tu participación.