lunes, 27 de abril de 2009

'Noche de Bizancio', un poema de Alberto Lauro en 'Madrid: una ciudad, muchas voces'

Un día amanecieron las casas desiertas,
los templos vacíos,
los pergaminos quemados.
El ejército enemigo
había tomado mejores posesiones.
Nadie elevó a los dioses plegarias.
La herejía tomó sitio en los burdeles.
Guerreros de legiones invencibles fueron derrotados.
Yo besé los labios del mercader y del tahúr.
Como los caballos de Aquiles
que al llanto se entregaron
por la muerte de su amado Patroclo,
el pueblo sepultaba entre las manos su dolor.
Mercenarios y sacerdotes
que temían un sitio entre la muerte
complaciéronse en aplausos,
renunciando a su linaje,
en tanto se escuchaba la palabra indigna.
Era la noche de Bizancio.

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