martes, 25 de agosto de 2009

Estamos comentando 'El manantial', de Cántico...

publicado en la entrada anterior de la etiqueta Sobre Cántico.


‘Mirad bien. ¡Ahora!’ Qué atrevimiento. Jorge nos convoca, nos impele, nos dirige… Adónde, por qué, con qué motivo. Qué relación guarda este poema con los anteriores o qué nuevo sendero ofrece.Habrá que desbrozar para encontrar alguna pista. (Espero que el indicio no esté en la maleza.)

En cualquier caso, Jorge nos abre los ojos (pobrecito, yo creo que él no tenía ningún otro sentido, salvo el común. Te ríes, ¿eh, Jorge?). Y por más que diga manantial, yo entiendo fuente, fuente con forma de mujer. Mi Venus, vamos. Aunque he de reconocer que no me satisface esta visión.

Decir que el agua es blanca no se le ocurre a nadie, y a Jorge tampoco (perdónenme la tautología). Así que esas blancuras en curva sólo pueden ser de la piedra. (Todo manantial es piedra o arena. Masa, en suma.) ‘El agua desnuda’ es la propia agua (‘Frescor’) que brota de la fuente (‘hacia forma’). Es entonces que se desnuda más, se hace visible, el agua (la vida) que sabemos que allí congrega.

Y la piedra por la que fluye el agua guía el equilibrio de ésta. El agua en tumulto, caótica, toma el camino de la fuente. En ese camino encuentra su equilibrio al darse, al brotar, pródiga y futura (no es la que entra, sino la que sale).

¿Y por qué el agua es o está desnuda de por sí? La naturaleza no la dotó de ningún vestido. Y al mismo tiempo, digo, Jorge nos habla de la manifestación desnuda y pura del hombre.

Pero la desnudez mayor es al encarnarse. Entonces se ahonda y se apura. (Entiéndase apurar en sentido positivo: averiguar o desentrañar, purificar (aquí de vuelta a lo místico, enlazando con el poema anterior), pero también en un sentido negativo: agotar, apremiar.)

Anda, déjadme que aquí zanjé por ahora, que en junio de 2010 tengo las oposiciones de secundaria (Matemáticas, por supuesto) y tengo que intentar aprovechar al máximo lo que voy escribiendo para que no me quite mucho tiempo de estudio continuar con esto. Ahora que estoy en las dos últimas semanas de vacaciones puedo escribir, pero cuando empiece el curso...Qué estres, qué estres (un número, un número).
Prometo que el próximo martes disfrutaréis con el comentario. Ante a mí me sorprendió encontrar esas cosas...

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