miércoles, 16 de diciembre de 2009

'Querida Quiela'

43

Hoy velo las estrellas, querida Quiela:

Allá en su cielo, tan en paz, algunas crecen, otras se apagan; pero aquí aún llega su luz, toda la luz, querida Quiela, toda la sombra.

Algún niño travieso las desperdiga en la noche con su pistola de agua en tan exacto desorden. ¿El pequeño Noné? No, no es.

Y yo aquí, velándolas, esperando a que lluevan sus cadáveres en mi boca y me sacien y absorba sus memorias a punto de perderse en el último rayo.

Qué triste condición la del astro que se ahoga y pende del obscuro vacío de la esfera celeste. Un juguete más abandonado en un rincón o extraviado en la acera de las manos del niño al que esperan con ansia.

Pero no, me encuentran a mí, que sabes que los guardo.

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