miércoles, 13 de enero de 2010

'Penúltimo poema del fútbol', de Bernardo Canal Feijóo


Muchedumbre

Hinchazón de pleamar en la muchedumbre...Hervor rebasante de marea, con una oleada larga para cada alternativa brillante. Sobre la masa obscura y espesa, flotan los rostros claros como la espuma amerengada de los remansos. Mar muerto y tenebroso,mar muerto, pero vivo...
Sementera aciaga. Tierra corrupta. Huerta necrofágica, sembrada de hongos venenosos y congestivos...

Patadas...

Al arco:-
El arquero esperaba de rodillas la pelota que corría hacia él como el niño que comienza a caminar y se precipita. Parecía que iba a darle un beso desalado sobre la mejilla sucia...

Al arco:-

En la inminencia irreparable
Del instante,
Al gritar "GOL!",
La muchedumbre se tragó el gol
Como el bolo alimenticio
De la emoción.
Y así pudo evitarse
El gol inevitable.

La silueta del jugador C.

Era un apolo
Negro,
Tallado en un tronco de algarrobo
Negro.
Alto, violento sin espasmos,
Como un atleta,
Opreso en la armonía muscular
De su estampa,
Como en un gran espíritu,
Poseía el zancajo sereno
Y la orientación de la gambeta.
Certero y peligroso,
Tenía una tirada a fondo
Que desnudaba toda la pierna
Negra.
(Danza descuartizada)
Y en la danza
Y en la inspiración,
Un refilón de biela
Negra.

Para el próximo jueves, el gran poema del libro (en extensión y en valía): Paréntesis.

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