lunes, 19 de abril de 2010

Lucy Cristina Chau


Panamá (1971). Desde 1993 pertenece al Colectivo de Escritores José Martí.

Tiene publicados los poemarios:

La casa rota

IndiGentes

La virgen de la cueva

Algunos versos de La casa rota:

Auto examen
Hace tiempo calzo
las mismas alfombras,
digo las mismas angustias
y asumo las mismas reglas.

Decidí lavar a máquina las preguntas;
habría que sacar las manchas con lejía,
dejarlas al sol, y entonces,
de alguna manera, imaginar quién era.

Si no hay otra verdad
usaremos la misma.

En todo caso ya no importa
si uno es hombre, mujer,
o peón del ajedrez.

La Compra

Hay un objeto,
muere en la mitad de una tienda.
Lo salvo y me salvo;
El Cordero no es sangre de escaparate.

Por treinta monedas llevo mi perdón,
por quince reales
me saco a Dios de encima.

El vuela hasta mi casa
sin tocar el piso,
sale de la bolsa
y otra vez
los indios aceptamos a Cristo.

Casa rota

Sólo escuché silencios repetidos,
y un eco imitando mi voz dolida.

Abrí todas las puertas,
desperté las luces,
abrigué las sillas desnudas.

Dejé caer la casa
– manos de avena,
dulces, tibias, desechas –
dejé dormir las flores
y no volvieron del sueño,
cerré las ventanas,
sellé la entrada,
doblé la espada.

Divinamente triste
ha llovido la tarde,
susurro de adioses,
miradas vacías.

Tengo frío
de veinte inviernos,
hoy se quiebra el sauce
y estamos secos.

Mañana
la llave me espera
pegada a la puerta.

Iré a su encuentro
con la huella de siempre,
el cerrojo domado,
la alegría extinta
y cinco hermanos
que van a querer
– entre todos –
tocar lo que se ha ido.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Letra panameña, sencilla y profunda...