miércoles, 23 de junio de 2010

Leopoldo Castilla ha escrito 'Línea de Fuga'(y 2)

XIV

Algo de tenue salvación
tiene la imagen

el hombre que bebe del arroyo
como de la piel de una mujer
no podrá regresar nunca.

El agua dice que se va.
Y vuelve.

El agua sabe que el hombre es agua oculta
se parece
se parece

ella lo toca
y él que la llovizna

ella lo lleva
y él que la marea.

La imprecisión
ama.

Van a deshacerse.
Ocurre
cuando
la semejanza
se desea.

XVII

Al fondo del espejo,
en una luz aciaga,
en un día muy quieto
hace sus últimas señas.

No te apartes de esa luna
donde el presente
se extiende
todo lo que tarda
en vaciarse el mundo

desde el ojo en peligro
mirado
por su propio recuerdo.

XVIII

Una última luz
y bajo su relieve
desaparece la montaña.

Una última luz
y esa línea
se hunde en el observador
como un rayo
en un pantano.

Todo nace y desnace para él
para su mendiga
potencia

para el hombre
también mínimo
padre
del relámpago

para cuando sea él
la última luz.

FUGA DE LA PIEDRA

La piedra se acumula
se suma a sí misma
-cree que suma-
asciende

y luego se desmorona
se resta a sí misma
-cree que resta-
cae

y es la misma
en el polvo
y más allá del polvo
ya vacía
en el viento que vuela
persiguiéndola.

Así se fuga. Y todo sería invisible
si no fuera
que el espacio tarda en comenzar
donde estuvo una piedra.

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