sábado, 30 de octubre de 2010

Madrid Cómico: 2 de abril de 1898 (2)


viernes, 29 de octubre de 2010

¿Qué camino seguir entonces, dónde abrevar el espíritu? (8)


jueves, 28 de octubre de 2010

Acordándonos de Michael

'Trabajo ilegal' de Óscar Oliva

Pintura (1)

(De destrucción en destrucción
La palabra se desliza
hasta caer en el pozo de luz
Que hierve

Junto al polvo que es un bloque puntal
Se escucha el nacimiento de lo azul
Que alguien saca
Para arrojarlo a cubetazos,
Sobre la cerrazón del cielo)

Génesis

Desde el amanecer estoy construyendo esta ciudad, y no veo la
hora de terminar. He sido albañil, escultor, astrónomo. La he
desbaratado no sé cuantas veces, la he apuntalado con mis
propios desvaríos. En estos momentos le he puesto una bocina
para que hable. En esta oscuridad no distingo el andamio
donde trabajo, y que ya no siento debajo de mí. No tengo ya
fuerzas. Por mis calles corre el viento. Ya es tiempo de que
termine de construir este hombre, de darle aceras y copas, pues
me estoy quedando desierto, sin murallas ni templos. En la
ancianidad palpo que no he superado mi condición de valle,
las rocas se desmoronan entre mis dientes, los montes me
cercan, reduciéndome. Al amanecer es posible que no sea más
que una bestia en busca de alguien que destrozar.

miércoles, 27 de octubre de 2010

De novela

Desde que me dio la afición de escribir poesía (15 años ha, que se dice pronto) y volcarme en ella también como lector, son más los disgustos que placeres que he recibido de la novela, y siento la natural inclinación de rechazarla y evitarla.
Pero la vida del poeta está siempre sujeta a ímprobas tareas, y a mí me tocó arrostrar la de someter mi inventiva a un proyecto es prosa. ¿Re cuerdas? Allá en su nacimiento di en llamarlo...ni lo digo, para que más fácil se olvide.
Durante el verano que se nos ha ido, quise poner en limpio mi labor con la pretensión de acabarla, y me encontré con el disgusto de sentirla lejana a su fin. Sobre todo después de leer la novela (también epistolar) de Antonio Tabucchi 'Se está haciendo cada vez más tarde'. En la historia de Tabucchi encontré muchos elementos que conformaban parte de la mía con pretensión de suma originalidad: sucede cuando se ve por primera vez el mar, con largos años a las espaldas, que se pretende uno su decubridor. Así, no me ha quedado otra que el necesario ejercicio de humildad en el escritor de detenerme a conocer, si no todo, mucho de lo más granado que la novela epistolar ha dado.
Acabo de emprender concienzudamente esta tarea, como el único propósito de aclarar mis ideas a través del conocimiento que del género puedan aportarme los colegas muertos. Ni por asomo pensé al comenzar que pudiera disfrutar alguno de esos libros.
Para empezar, el 'Werther' de Goethe. De éste puedo decir lo mismo que del 'Hiperión' de Hólderlin: un principio maravilloso pero finalmente empalagoso de tanto dulce y tanta sentimentalidad.
Afortunadamente mi segunda estación está siendo más venturosa: 'La estafeta romántica' de Benito Pérez Galdós, parte de sus Episodios Nacionales. Que, por cierto, aquí la tienes.
Una historia, la del joven Fernando Calpena, no menos trágica que la de Werther o la de Hiperión, pero infinitamente más amena, con algunos ratos divertidísimos, intrigante...y todas las ventajas que presenta un relato hecho a través del sucesivo intercambio de sus personajes.
No creo que la superioridad de Galdós sobre Hölderlin y Goethe se límite a que el discurso de Galdós lo reciba sin intermediarios (es decir, sin traductores), sino que además de la diversidad de carácteres que empuñan la pluma en 'La estafeta romántica', hay también una variedad de estilos, tonos y temas que a los benditos románticos alemanes no se les pasó por la cabeza. Obviamente, Galdós es realista.
No me enrollo más, que no es el momento de hacer una larga disquisición sobre el género ni un completo comentario de ninguno de estos libros, sólo he interumpido la lecura de 'La estafeta romántica' para compartir contigo la inmesa alegría de encontrar al viejo Galdós.

'El verso del verso', por Jesús Malia Gandiaga

101
Ser libre es elegir las leyes y doctrinas a que uno se somete.

102
Lo que se busca no es necesariamente lo que falta, aunque sí es lo que no se tiene. Desde la cosata, el mar; desde el mar, la costa.

103
Aunque he pensado todo lo dicho, no sé si todo lo dicho lo pienso.

'En las manos de Dios' es un poema de Leopoldo Panero

EN LAS MANOS DE DIOS

...Allí estará también la castañera
de ocho pares, y el humo de los céntimos,
y el vaho en los bolsillos, y los ojos
menudos, y el rescoldo retirado
de mucha soledad en este mundo.
Allí estará caliente en sus inviernos,
con la Plaza Mayor de sus pupilas
intensamente sola. Allí sus hombros
ladeados, su pañuelo en la cabeza,
dulcemente estarán , al fin sin nadie
fugaz en torno suyo. Se llamaba
Macaria, lo recuerdo fijamente,
igual que si las letras fueran brasas
dentro del corazón. La vi más tarde
mendigando en las calles, ya en el límite
inútil de sus pies y de sus manos,
sin poderse valer de su mirada,
tropezando en la luz de las esquinas,
acostada en las puertas, dulce piedra
de sufrimiento...Y estará sentada
a la diestra del Padre, y no habrá nieve,
ni cellisca perpetua contra el rostro
cansado del domingo. Y siento aquella
sorda corazonada que sentía
al toparla de vieja, cuando estaba
desprendiéndose ya de su ternura
igual que el musgo de la peidra húmeda:
siento aquel mismo límite de hermano,
de prójimo nevado inmóvilmente
en las gradas del templo; y en mi alma
siento aquella suprema mansedumbre
de compasión, por mí, que estoy ahora,
no es las manos de Dios, sino penando,
llorando por la piel de misi mejillas;
y ella estará sentada con sus faldas
huecas y con su pobre movimiento
de dulzura interior, allá en su sitio...

Haciendo una búsqueda de este poema en internet que me ahorrara esfuerzos en mi intención (irrenunciable) de compartíroslo, no lo he encontrado; pero este trabajo me ha llevado a un lugar que me parece interesante: Radio Popayan. Si te animas a visitar el enlace, busca en el menú a Leopoldo Panero, Oliver Lis te dirá algunas palabras sobre Leopoldo y te recitará y pondrá audios de sus versos. Merece la pena. Pasa un buen rato.

La imagen de mamá

A los 4 años: '¡Mi mamá puede hacer cualquier cosa!'

A los 8 años: '¡Mi mamá sabe mucho! ¡Muchísimo!'

A los 12 años: 'Mi mamá realmente no lo sabe todo....'

A los 14 años: 'Naturalmente, mi madre no tiene ni idea sobre esto'

A los 16 años: '¿Mi madre? ¡Pero qué sabrá ella!'

A los 18 años: '¿Esa vieja? ¡Pero si se crió con los dinosaurios!'

A los 25 años: 'Bueno, puede que mamá sepa algo del tema...'

A los 35 años: 'Antes de decidir, me gustaría saber la opinión de mamá.'

A los 45 años: 'Seguro que mi madre me puede orientar'.

A los 55 años: '¿Qué hubiera hecho mi madre en mi lugar?'

A los 65 años: '¡Ojalá pudiera hablar de esto con mi mamá!'

martes, 26 de octubre de 2010

Sobre Cántico

Como sabes, hemos emprendido relecturas de ‘Al aire de tu vuelo’ a partir de las ideas y motivos que destaqué en mis primeras impresiones. Entre los días 16 de marzo y 13 de abril de 2010 quise poner en claro la perspectiva que me ofrecía Jorge de hombre-isla, hombre desesperadamente a solas entre los hombres y felizmente a solas abrazado al árbol. Luego, hasta el pasado martes 19 de octubre de 2010, he pretendido esclarecer de qué modo los sentidos y la razón nos abren el mundo, y nuestras propias sensibilidad e inteligencia se manifiestan en la percepción de la realidad.

Ahora mi empresa es recoger todas las pistas de la vertiente racional-espiritual que observo. ¿Recuerdas que te hablé de Ganivet y su Idearium, y cómo, según Ángel, razón y religión se suceden recíprocamente en el intento de comprender la realidad? Apunté entonces que Jorge simultanea (superando a Ganivet) estas dos caras del pensamiento: espiritual y racional. Mi objeto es demostrar esta afirmación que antes hice de modo gratuito, o encontrar su refutación: que el origen no garantiza el destino. Ante el mundo incomprensible e inabarcable, opuse, Jorge afirma: ‘Soy su leyenda. ¡Salve!’, y aquí quise encontrar motivo para mi sentencia. Ahora toca rastrear como sabueso incansabe que soy. Pero esto, amigo, será el próximo día. Hoy me contento con haber compendiado mi labor y reconocer el próximo paso. ‘Esto es to, esto es to, esto es todo amigos’, que acaba Porky.

El 'Diccioanrio del diablo' de Ambrose Bierce

N

Nacimiento, s. Primero y más terrible de todos los desastres. Sobre su naturaleza, hay distintas opiniones. Cástor y Pólux nacieron de un huevo. Pallas, de un cráneo. Galatea, de un bloque de piedra, Peresilis, autor del siglo X, asegura que brotó del suelo donde un sacerdote había derramado agua bendita. Es sabido que Arimaxus surgió de un agujero hecho por un rayo en la tierra. Leucomedón era hijo de una caverna en el Monte Etna, y yo personalmente he visto a un hombre salir de una bodega.

Newtoniano, adj. Perteneciente a la filosofía del universo inventada por Newton, quien descubrió que una manzana siempre termina por caer al suelo, aunque no pudo explicar por qué. Sus sucesores y discípulos han progresado tanto que son capaces de decir cuándo.

Niñez, s. Período de la vida humana intermedio entre la idiotez de la primera infancia y la locura de la juventud, a dos pasos del pecado de la adultez, y a tres del remordimiento de la ancianidad.

Novela, s. (En inglés, romance, novela de aventuras más o menos fantásticas. por oposición a "novel", novela realista ). Cuento inflado. Especie de composición que guarda con la literatura la misma relación que el panorama guarda con el arte. Como es demasiado larga para leer de un tirón, las impresiones producidas por sus partes sucesivas son sucesivamente borradas, como en un panorama. La unidad, la totalidad del efecto, es imposible porque aparte de las escasas páginas que se leen al final, todo lo que queda en la mente es el simple argumento de lo ocurrido antes. La novela realista es al relato fantástico lo que la fotografía es a la pintura. Su principio básico, la verosimilitud, corresponde a la realidad literal de la fotografía, y la ubica dentro del periodismo; mientras que la libertad del relato fantástico no tiene más límites que la imaginación del narrador. Los tres principios esenciales del arte literario son imaginación, imaginación e imaginación. El arte de escribir novelas, en la medida en que pudo llamarse arte, ha muerto hace mucho en todo el mundo, salvo en Rusia, donde es nuevo. Paz tengan sus cenizas... algunas de las cuales aún se venden mucho.

O

Observatorio, s. Lugar donde los astrónomos disuelven en conjeturas las adivinanzas de sus predecesores.

Obsoleto, adj. Lo que ya no usan los tímidos. Se aplica principalmente a las palabras. La palabra que cualquier diccionario califica como obsoleta se convierte en objeto de terror para el escritor necio, pero si es una palabra buena y no tiene equivalente moderno igualmente bueno, la usará el buen escritor. En realidad, la actitud de un escritor hacia las palabras "obsoletas" es un índice de su capacidad literaria tan bueno como cualquier otro, salvo el carácter de su obra.

Occidente, s. Parte del mundo situada al oeste (o al este) de Oriente. Está habitada principalmente por Cristianos, poderosa subtribu de los Hipócritas, cuyas principales industrias son el asesinato y la estafa, que disfrazan con los nombres de "guerra" y "comercio". Ésas son también las principales industrias de Oriente.

Océano, s. Extensión acuática que ocupa dos tercios del mundo hecho para el hombre, que casualmente carece de branquias.

Ofensivo, adj. Lo que produce emociones o sensaciones desagradables, como el avance de un ejército hacia su enemigo.

--¿Usted cree que el enemigo ha usado una táctica ofensiva? -- preguntó el rey.

--¡Por cierto!--replicó el general defraudado-- ¡Los malditos no han querido salir de su trinchera!

Ópera, s. Espectáculo que representa la vida en otro mundo cuyos habitantes no tienen más idioma que el canto, más movimiento que el ademán y más postura que la actitud. Toda actuación teatral es simulación y la palabra simulación deriva de simio, o mono; pero en la ópera el actor toma por modelo al Simia audibilis (o Pithecanthropos stentor), es decir al mono que aúlla.

Oponer, v. Ayudar con obstrucciones y objeciones.

Oportunidad, s. Ocasión favorable para atrapar un desengaño.

Optimismo, s. Doctrina o creencia de que todo es hermoso, inclusive lo que es feo; todo es bueno, especialmente lo malo; y todo está bien dentro de lo que está mal. Es sostenida con la mayor tenacidad por los más acostumbrados a una suerte adversa. La forma más aceptable de exponerla es con una mueca que simula una sonrisa. Siendo una fe ciega, no percibe la luz de la refutación. Enfermedad intelectual, no cede a ningún tratamiento, salvo la muerte. Es hereditaria, pero afortunadamente no es contagiosa.

Oratoria, s. Conspiración entre el lenguaje y la acción para defraudar al entendimiento. Tiranía atenuada por la taquigrafía.

lunes, 25 de octubre de 2010

El deseo según Fontanarrosa

Poemas de Ángel Muñoz en 'Como Ulises en una cacharrería' (y fin)

incineración

luz
lo que se dice luz
hace rato
que abandonó el escenario

date cuenta
de que cabalgamos
por Diciembre
y en esta época
al sol
le importa un pijo salir
y calentar los cuerpos
helados
que el horno incinerador
es incapaz de entonar
en los minutos
que la vida
te otorga
como descuento


alone with the rain

llovía
afuera
muy fuerte

la puerta del bar
no encajaba
a la perfección
en su sitio
dando paso
a bocanadas
de frío
que en mi posición
me helaban las costillas

poca gente
muy poca
si acaso la camarera

un tipo solitario al fondo
enfrascado
en la lectura
de un periódico

y alguien
que a mis espaldas
abandonaba el lugar
jugándosela en la calle
con el frío
y el torrente de agua

queriendo parecer interesante
pedí un martini
rojo

he de reconocer
que también lo hice
porque la botella
pillaba
en la otra punta de la barra
y así
al girarse
podría verle el culo
a la camarera
el cual
ofrecía mejor cara
que su pronunciada nariz

el lector
realizó

la misma operación

que su antecesor

abrir bien la puerta
dejar que un ejército
de gotas de agua
atacasen el local
y permitir
que el frío
las escoltase

decidí seguir
contemplando el trasero
hasta que girándose
me espetó
si podía cerrar la puerta

creo que me pilló
pero no debió molestarle
es más
sonrió
ante la posibilidad
de que alguien se fijase
en ella
esa noche
y si te soy honesto
capté aquello y mucho más

porqué

no me interrogué

cerrar una puerta
que anda medio podrida
para abrir otra

dándome una tregua
pequeña
en la que no tenga
que empaparme
como últimamente
más por fuera
que por dentro


con razón

de tan pequeño
y frágil
la ternura
no tuvo otro remedio
que apoderarse de mí

y sí
lo reconozco
quise hacerlo mío

cuidarlo

protegerlo

limpiarle los mocos

ser
si no su padre
al menos
un referente
al que agarrarse

pero con seis años
y tanta crudeza
barnizando su piel
sabía
de sobra
lo que tenía
que decirme
ante el cuerpo
del que había sido
hasta hace dos horas
su taita

mi papá se pinchaba
pero era mi papá

y la verdad
es que el viento
en las mugrientas persianas
azotaba
atendiendo
sin excusas
a esas razones

Pero en hablando del amor en sonetos...Quevedo y Lope

Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso;

no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo;
satisfecho, ofendido, receloso;

huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor süave,
olvidar el provecho, amar el daño;

creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño;
esto es amor, quien lo probó lo sabe.

Lope de Vega


SONETO AMOROSO DEFINIENDO EL AMOR

Es hielo abrasador, es fuego helado,
es herida que duele y no se siente,
es un soñado bien, un mal presente,
es un breve descanso muy cansado.

Es un descuido que nos da cuidado,
un cobarde, con nombre de valiente,
un andar solitario entre la gente,
un amar solamente ser amado.

Es una libertad encarcelada,
que dura hasta el postrero parasismo;
enfermedad que crece si es curada.

Éste es el niño Amor, éste es tu abismo.
¡Mirad cuál amistad tendrá con nada
el que en todo es contrario de sí mismo!

Francisco de Quevedo

jueves, 21 de octubre de 2010

Vida artificial, poesía en el Museo Romántico de Madrid

Lectura de Bárbara Butragueño en Madrid

Lombilla hace chistes

Rizar el rizo; otro doblete (vagina-vaina) y seguimos a vueltas con chocho

Otro doblete (vagina-vaina) y la curiosa relación del término vagina con un comestible y con una semilla, así como chocho.

vagina
.

(Del lat. vagīna, vaina).

1. f. Anat. Conducto muscular y membranoso que en la mujer, así como en las hembras de los mamíferos, se extiende desde la vulva hasta la matriz.


vaina.

(Del lat. vagīna).

1. f. Funda ajustada para armas blancas o instrumentos cortantes o punzantes.

2. f. Cáscara tierna y larga en que están encerradas las semillas de algunas plantas.

3. f. Anat. Envoltura ajustada generalmente flexible.


(entre otras acepciones)

Así, resulta que vagina es originariamente en latín la cáscara tierna que desechamos (o empleamos como forraje para las bestias) en que, por ejemplo, están envueltos los guisantes: semilla comestible, al igual que los chochos. Para consultar lo que hemos expuesto sobre el vocablo chocho, sigue este enlace.

Más de un término, pues, que designa el órgano reproductor femenino y que lo refiere como el envoltorio de la semilla, del feto, al tiempo que nos sugiere llevárnoslo a la boca, algo que tan poca trascendencia tiene en la facultad reproductora.

Lo más curioso es que el término vágina sea el comúnmente aceptado para señalar en lenguaje neutro la aparición de la vulva, cuando es más polémico que, por ejemplo chocho. A mí personalmente me parece extremadamente soez y vulgar la expresión 'envainar la espada' para referirse al coito.

Parece ser que el chocho seguirá dándonos juego.

'Trabajo ilegal' de Óscar Oliva

Para romper acosos

Ahora voy a escribir en lo hondo del papel
con el muñón que surge desde lo oculto de mí mismo.

Hoy me calzo de cólera.

No hay lugar para la ternura.
Estoy sudando
encima del grasoso
mostrador de una tienda,
donde compro un pedazo de queso,
una botella de vino
y sal para conservar sangrante
mi carne.

A pesar de que soy un poeta común y corriente
no puedo respirar con todo lo sagrado
y la cavidad desdentada de San Juan de la Cruz.

Verdaderamente me siento mal.

¿De dónde ha nacido esta cólera que ataja alumbramientos?
No quiero contar nada.
Quiero obligar a que estas páginas voceen.

Pero me importa nada o todo
o círculo o línea recta
de donde venga esta cólera:
de la ceguera o de las cuestas de ajo.

Porque también del ajo o del perejil puede venir.
Lo que me importa es saber qué puedo hacer con esta rabia,
con este cargamento de piedras que quiere salir del pasmo,
para romper acosos.

Por eso estoy ahora
con una cuerda en el pescuezo,
con un fusil en las entrañas,
dando de alaridos,
manotazos y patadas,
para volver otra vez a luchar,
a fracasar,
volver a luchar,
siguiendo la inexorable lógica del aniquilamiento,
contra lo que no se puede marchar.

miércoles, 20 de octubre de 2010

Poesía en Lavapiés

Recuerdo a Martin Gardner en la Complutense

'El verso del verso', por Jesús Malia Gandiaga

98
¿Cuántos azares para tantas especies? Desde luego, ningún dios a imagen y semejanza del hombre es tan imaginativo. Y para colmo, una sóla ley da cada uno de estos dioses, y sólo a los hombres.

99
Un dios que no impone una moral a las moscas no me inspira confianza.

100
Sencillo, el cielo aguarda. Nublado y expectante.

Leopoldo Panero: 'En tu sonrisa'

EN TU SONRISA

Ya empieza tu sonrisa,
como el son de la lluvia en los cristales.
La tarde vibra al fondo de frescura,
y brota de la tierra un olor suave,
un olor parecido a tu sonrisa.
Un pájaro se posa en el ramaje,
y comienza a cantar en tu sonrisa,
y a mover tu sonrisa como el sauce
con el aura de abril; la lluvia roza
vagamente el paisaje,
y hacia dentro se pierde tu sonrisa,
y hacia dentro se borra y se deshace,
y hacia el alma me lleva,
desde el alma me trae,
atónito, a tu lado.
Ya tu sonrisa entre mis labios arde,
y oliendo en ella estoy a tierra limpia,
y a luz, y a la frescura de la tarde
donde brilla de nuevo el sol, y el iris,
movido levemente por el aire,
es como tu sonrisa que se acaba
dejando su hermosura entre los árboles...

Todo lo que necesité saber lo aprendí de mi madre

-Mi madre me enseñó a APRECIAR UN TRABAJO BIEN HECHO:
'Si os vais a matar, hacedlo afuera. ¡Acabo de limpiar!'

-Mi madre me enseñó RELIGIÓN:
'Reza para que esta mancha salga de la alfombra.'

-Mi madre me enseñó RAZONAMIENTO:
'Porque yo lo digo, por eso... ¡y punto!'

-Mi madre me enseñó PREVISIÓN:
'Asegúrate de que llevas ropa interior limpia, por si tienes un accidente.'

-Mi madre me enseñó IRONÍA:
'Tú sigue llorando, verás como te doy una razón para que llores de verdad.'

-Mi madre me enseñó a ser AHORRATIVO:
'¡Guárdate las lágrimas para cuando yo me muera!'

-Mi madre me enseñó ÓSMOSIS:
'¡¡Cierra la boca y come!!'

-Mi madre me enseñó CONTORSIONISMO:
'¡Mira la suciedad que tienes en la nuca, vuélvete!'

-Mi madre me enseñó FUERZA Y VOLUNTAD:
'Te vas a quedar sentado hasta que te comas todo.'

-Mi madre me enseño METEOROLOGÍA:
'Parece que ha pasado un huracán por tu cuarto.'

-Mi madre me enseñó VERACIDAD:
'¡¡Te he dicho un millón de veces que no seas exagerado!!'

-Mi madre me enseñó MODIFICACIÓN DE PATRONES DEL COMPORTAMIENTO:
'¡¡Deja de actuar como tu padre!!'

-Mi madre me enseñó habilidades como VENTRILOQUÍA:
'No me rezongues, cállate y contéstame: ¿por que lo hiciste?'

-Mi madre me enseñó LENGUAJE ENCRIPTADO
'No me, no me... que te, que te...'

-Mi madre me enseñó técnicas de ODONTOLOGIA:
'¡¡Me vuelves a contestar y te estampo los dientes contra la pared!!'

-Mi madre me enseñó GEOGRAFÍA DE ESPAÑA:
'¡Como sigáis así os voy a mandar a uno a Cádiz y al otro a La Coruña!'

-Mi madre me enseñó BIOLOGÍA:
'¡Tienes menos cerebro que un mosquito!'

-Mi madre me enseñó LÓGICA:
'Mamá, ¿qué hay de comer?' '¡COMIDA!'

-Mi madre me enseñó RECTITUD:
'¡¡Te voy a enderezar de un tortazo!!'

¡¡¡GRACIAS MAMÁ!!!....

martes, 19 de octubre de 2010

Un chiste de Puebla en ABC que desnuda nuestro sistema educativo


Es muy chistoso, sí, pero cómo convencer a un estudiante repetidor de 1º de la ESO de que se esfuerce cuando te dice: "Para qué, si voy a pasar de todos modos". ¡Ay!

Sobre Cántico con la nariz

Manda narices. Con perdón.

‘Ser, nada más. Y basta./ Es la absoluta dicha/ ¡Con la esencia en silencio/ Tanto se identifica!’ (Más allá, I) Qué poco huele esta esencia, ¿verdad? Y es que para Jorge la nariz no parece más que el conducto por el que se introduce el aire en el cuerpo: ‘Soy, más, estoy. Respiro./ Lo profundo es el aire./ La realidad me inventa,/
Soy su leyenda. ¡Salve!’ (Más allá, I) Pero es que este oxígeno es el misterio más profundo. ‘Errante en el verdor/ Un aroma presiento,/ Que me regalará/ Su calidad: lo ajeno,// Lo tan lejano que es/ Allá en sí mismo. Dádiva/ De un mundo irremplazable:/
Voy a por él a mi alma.’ (Más allá, V) Y ese aroma presentido e indescifrable, errante, pues, es en toda la extensión del término: nómada al tiempo que equivocado, y es fiel reflejo de nuestro acercamiento intelectual a la realidad (lo ajeno, que también es nosotros): cambiante y siempre erróneo en cada nueva tentativa. El aire, físicamente nexo nuestro con el Universo todo: ‘Aire que yo respiro/ De planeta me colma’ (Más allá, VI)

Sólo un par de referencias queda en esta primera parte al sentido del olfato, con sentido positivo y celebratorio del medio natural y la primavera: ‘Era aquel aroma/ De Mayo y de Junio/ Con favores juntos/ De flor y de fronda.’ (Los tres tiempos), una de ellas. ¿Dónde la última? En Advenimiento: ‘¡Oh luna, cuánto abril,/ Qué vasto y dulce el aire!/ Todo lo que perdí/ Volverá con las aves.’; junto al único calificativo (o sustantivo)
que remite al gusto.

Aunque cuantitativamente podemos pensar que el olfato tienes protagonismo que otras cualidades sensoriales, no se olvide que esta sección de poemas lleva por título ‘Al aire de tu vuelo’.

Bajo mi actual criterio (a saber mañana), estos tres poemas, tres, son los centrales del apartado. ‘Más allá’ es el hombre que por primera vez conoce; ‘Advenimiento’ es el hombre que se reconoce en la naturaleza y en su devenir cíclico; en medio, ‘Los tres tiempos’, el presente como búsqueda del pasado y anticipo del futuro.

Volviendo a Advenimiento, que con tanta esperanza cierra, ‘La luna está muy cerca,/ Quieta en el aire nuestra’. Ahí mismo nos espera, ‘Todo lo que perdí/ Volverá con la svaes’ en ciclo natural, porque sólo perdemos la naturaleza cambiante que ahí está y vuelve siempre. De una parte: ‘¡Actualidad! Tan fugaz/ En su cogollo y su miga’, y de otra: ‘De un árbol -hoja a hoja/ Soleándose, dándose,/ Todo actual- me enamora’.

Y si quiso decirlo así, ¿por qué no lo hizo? Porque quería Jorge que tú y yo nos tomásemos el disfrute (que no molestia) de interpretarlo. Los problemas no son de entendimiento, los problemas de la vida son otros; los ejercicios de entendimiento son enigmas de los que disfrutar, ‘Enigmas –en sus masas’ que ‘Yo los toco, los uso’ y constituyen el poema. Lo indescifrable es lo bello, lo indescifrable son el poema y la vida: hermosos misterios.

El 'Diccioanrio del diablo' de Ambrose Bierce

M

Macrobiano, s. Olvidado de los dioses que alcanza una edad muy avanzada. La historia nos da numerosos ejemplos, desde Matusalén hasta el Old Parr, pero algunos casos notables de longevidad son menos conocidos. Un campesino calabrés llamado Coloni vivió tanto que llegó a tener un vislumbre de la paz universal. Scanavius dice que conoció a un obispo tan viejo que era capaz de recordar una época en que colgarlo hubiera sido una injusticia. En 1566, un tejedor de Bristol, Inglaterra, declaró que había vivido quinientos años, y que en todo ese tiempo jamás había dicho una mentira. En nuestro país también hay un caso de longevidad (macrobiosis). El senador Chauncey Depew es tan viejo que se ha vuelto inteligente. El Director de The American, periódico neoyorquino, tiene una memoria que se remonta a la época en que era un pillo, aunque no se remonta al hecho mismo de que era un pillo. El presidente de los Estados Unidos nació hace tanto tiempo que muchos de los amigos de su juventud han escalado altas posiciones políticas y militares sin el concurso de méritos personales.

Magnitud, s. Tamaño. Como la magnitud es puramente relativa, nada es grande y nada es pequeño. Si todo lo que compone el universo aumentara su tamaño en un millar de diámetros, nada sería más grande que antes, pero si una sola cosa permaneciera igual, todas las otras serían más grandes de lo que fueron. Para un intelecto familiarizado con la relatividad de la magnitud y la distancia, los espacios y las masas del astrónomo no serían más impresionantes que las del microscopista. Al fin y al cabo, nadie nos asegura que el universo visible no sea una pequeña parte de un átomo, con sus iones componentes, flotando en el fluido vital (o en el éter luminífero) de un vasto animal. Posible mente las menudas criaturas que pueblan los corpúsculos de nuestra propia sangre experimenten la emoción debida al contemplar las impensables distancias que los separan.

Malthusiano, adj. Relativo a Malthus y sus doctrinas. Malthus creía en la necesidad de limitar artificialmente la población, pero descubrió que eso no podía hacerse hablando. Uno de los exponentes más prácticos del malthusianismo fue Herodes de Judea, aunque todos los militares famosos han participado de esas ideas.

Malla (de baile). prenda del vestuario teatral destinada a reforzar con una particular publicidad el entusiasmo general del agente de prensa. Durante algún tiempo, la atención del público se desvió de esta prenda para concentrarse en la negativa de Miss Lillian Russell a usarla. Se hicieron muchas conjeturas sobre sus motivos, hasta que una actriz rival, Pauline Hall, sugirió --dando muestras de notable ingenio y reflexión-- que la naturaleza no había dotado a Miss Russell de bellas piernas. El intelecto masculino no pudo aceptar esa teoría, pero la mera idea de que existiera una pierna femenina defectuosa era tan prodigiosamente original que figuró entre las mayores hazañas de la especulación filosófica. Es extraño que en toda esta controversia nadie haya pensado en atribuir a "pudor" la actitud de Miss Russell. La naturaleza de ese sentimiento no es muy bien comprendida en la actualidad, e incluso es difícil decir con el vocabulario que nos queda, de qué se trata. Recientemente, sin embargo, ha resucitado el estudio de las artes perdidas, y algunas de ellas se han recuperado. Esta es una época de renacimientos, y cabe esperar que el primitivo "rubor" sea rescatado de su escondite entre las tumbas de la antigüedad y devuelto al escenario en alas de un silbido.

Mamíferos, s. Familia de vertebrados cuyas hembras, en estado natural, amamantan a su cría, pero cuando se vuelven civilizadas e inteligentes la dan a la nodriza o usan el biberón.

Mano, s. Instrumento singular que se usa al extremo de un brazo humano, y que por lo general se encuentra metida en un bolsillo ajeno.

Matar, v. t. Crear una vacante sin designar un sucesor.

Matrimonio, s. Condición o estado de una comunidad formada por un amo, un ama y dos esclavos, todos los cuales suman dos.

Maza, s. Bastón que en la función pública denota autoridad. Su forma, que es la de un pesado garrote, indica su propósito primitivo, que era calmar a los disidentes.

Mendigo, s. El que ha confiado en la ayuda de los amigos.

Ministro, s. Agente de un poder superior con una responsabilidad inferior. En diplomacia, funcionario enviado a un país extranjero como encarnación visible de la hostilidad de su soberano por ese país. El principal requisito para ser ministro es un grado de plausibilidad en la mentira apenas inferior al de un embajador.

Mío, adj. Lo que me pertenece, siempre que pueda apropiármelo.

Misericordia, s. Virtud que aman los delincuentes sorprendidos.

Mitología, s. Conjunto de creencias de un pueblo primitivo relativas a su origen, héroes y dioses, por oposición a la historia verdadera, que inventa más tarde.

Momia, s. Egipcio antiguo, usado antaño como remedio en todas las naciones civilizadas y que ahora provee al arte de un excelente pigmento. También resulta cómoda en los museos para satisfacer la vulgar curiosidad que distingue al hombre de los animales inferiores.

Mono, s. Animal arbóreo que se instala en los árboles genealógicos.

Moral, adj. Conforme a una norma de derecho local y mudable. Cómodo. Dícese que existe en el Este una cadena de montañas y que a un lado de ella ciertas conductas son inmorales, pero que del otro lado son tenidas en alta estima; esto resulta muy ventajoso para el montañés, porque puede bajar ora de un lado, ora del otro, y hacer lo que le plazca, sin ofensa.

Mulato, s. Hijo de dos razas, que se avergüenza de ambas.

lunes, 18 de octubre de 2010

Sanidad e higiene según Fontanarrosa


www.negrofontanarrosa.com

Poemas de Ángel Muñoz en 'Como Ulises en una cacharrería'

diferencias

tenía dos abuelos
como pocos

uno
luchó en el bando nacional
sin serlo
le tocó
como te puede tocar
la lotería
y eso que intentó
un par de veces
huir
para cambiarse de frente
jugándose el tipo
y sobreviviendo
a dos fusilamientos torpes
en las tapias
del cementerio
en Puertollano

el otro
con apenas dieciocho años
estuvo del lado republicano
sin serlo
tampoco era nacionalista
era minero

a esa edad
importa más
el hambre de tu casa
que empuñar un fusil

pero no intentó huir

la herencia de ambos
un millar de muertos
en los ojos

centenares de tiros pegados

y heridas de metralla
en la espalda
o una pierna

volviendo a casa
con las manos vacías
mientras otros
no podían cerrarlas

por tanto botín atrapado


pañuelo


tenía la cara
llena de tiznajos
su madre
quiso frotársela
con el agua de la fuente
mientras yo
me impacientaba
por la sed

sudando
tras hacer deporte

la criaturita
con seis años
le dijo a su vieja
que él era mayorcito
y que le daba asco
que las manos de ella
le enjuagasen la cara

no te digo nada
si a este piltrafilla
le hubiesen limpiado
la mierda del rostro
con un pañuelo
empapado en saliva materna
acompañado
de un fuerte frote

como nos hacían antes
igual que las perras
lamen a sus cachorros

pero ya te digo
que eso era antes

cuando los pañuelos
eran de tela
y no de papel

Aunque, desde luego, el Siglo de Oro es el de la picaresca

UN AMANTE SE HALLÓ EMPEÑADO CON DEZIR QUE QUERÍA A DOS DAMAS EN UN MISMO TIEMPO; Y LES EMBIÓ ESTE SONETO

Amar a dos, y a emtrambas con fineza,
amor es, y el amor más entendido;
que más firme será contra el olvido,
si en dos basas estriva su firmeza.

Niñas, si me cortáis pieza por pieza,
ay para emtrambas; y pues siempre ha sido
señal de sujeción darse a partido,
partidme, y no quebradme la cabeça.

Amor, y odio, ya en el campo estrecho
del coraçón, batallas han tenido,
juntos en él, aunque entre sí distantes.

Pues si a un tiempo tal vez dentro del pecho
dos afectos contrarios han cabido,
¿por qué no han de caber dos semejantes?

Movido de argumentos tan bastantes,
medio partirme entre vosotras quiero,
dndome a cada una por entero,
de suerte, que por mí pueda dezirse:
irse, y quedarse, y con quedar, partirse.

Antonio de Solís


Nunca d’amor estuve tan contento
qe’n su loor mis versos ocupasse
ni a nadie consejé que s’engañasse
buscando en el amor contentamiento.

Esto siempre juzgó mi entendimiento:
que d’este mal tod’hombre se guardasse,
y assí, porqu’esta ley se conservasse,
holgué de ser a todos escarmiento.

¡O! vosotros que andáys tras mis escritos
gustando de leer tormentos tristes,
según que por amar son infinitos,

mis versos son deziros: “¡O benditos
los que de Dios tan gran merced huvistes
que, del poder d’amor, fuéssedes quitos!”

Juan Boscán

jueves, 14 de octubre de 2010

Lectura de poesia en Traficantes de Sueños

CPPC - CENTRO PERMANENTE DE POESÍA CRÍTICA

Poesía que no cede a la hipnosis

Librería Asociativa Traficantes de Sueños

c/ Embajadores, 35

Madrid

(XIV): Sábado 16 OCTUBRE – 19 h.

Esther Ramón, Arturo Borra, Laura Giordani y Víktor Gómez

ESTHER RAMÓN (Madrid, 1970) ha escrito artículos de estética y crítica literaria para diversas publicaciones destacadas y ha dirigido varios talleres de escritura poética (donde conecta la poesía con otras artes, como pintura o música). Ha publicado Tundra, Casetas, Reses y Grisú.

ARTURO BORRA (Argentina, 1972) licenciado en Comunicación social. Es autor de los poemarios La vigilia del deseo, La sombra del mediodía, Esplendores vulnerados, Figuras de la asfixia y Umbrales del naufragio, así como del volumen de prosa poética Anotaciones en el margen, la plaquette Cielo partido y el libro de cuentos La reinvención del mundo.

LAURA GIORDANI (1964, Córdoba, Argentina), a causa de la dictadura militar argentina, a finales de la década de los setenta se exilia con su familia en España. Es profesora de lengua inglesa y cursó estudios de Psicología y Bellas Artes. Ha visto publicado sus poemarios Apurando la copa, Celebración del brote, Cartografía de lo blando, Noche sin clausura, Materia Oscura, Antes de desaparecer y Celebración del brote.

VÍKTOR GÓMEZ (Madrid, 1967) reside en Valencia desde 1970. Animador cultural, desde Café Cultural El Dorado y la Librería Primado así como otros espacios de Valencia y Madrid. Como editor colabora en Fundación Inquietudes y es uno de los coordinadores de la Asociación Poética Caudal. Ha visto editados los poemarios Los barrios invisibles, Detrás de la casa en ruinas, Incompleto y Huérfanos aún.


CUERPO

con azadas
la abrimos
y manaron
panes duros
de colores
vivos como
las mantas
que cubren
los rostros
de los muertos
y al morderlos
se borraron
los dientes
y vino el hambre
de lamer piedras
y un antiguo
peso
a impregnar
de arcilla
los cerezos

(Esther Ramón)


EXURBIO

Si huyen a la altura y tapian el ideal,

si son orfebres de la desmemoria y silencian

sueños donde las penas se rebuscan,

¿dónde van a meter la infancia sin más raíz

que las ínsulas?

¿Dónde disimularán los retales humanos

con que tropieza el Progreso?

¿Con qué diques contendrán las riadas

del mundo en la grieta del hambre?

Y si manchan la tierra

que nos hunde,

¿qué harán con tanto entierro?

¿Cómo ocultarán la intemperie?

Tanto exurbio sella los tímpanos:

ya no escuchan los silencios cosidos a la boca.

Esta moneda corriente,

este miedo convertido en singladura,

hiere sin matar, llama una revuelta

en los márgenes donde crece una plegaria.

Sólo un sueño sin somnolencia puede arrasar

las empalizadas.

(Arturo Borra)


LA TRATA

Sus manos estaquean tus muñecas

y como peces arrebatados

demasiado pronto del agua,

así se apagan tus pies

en la protesta.

Tuyas las cuencas en blanco para no ver,

el recuento de estrellas,

de humedades en el techo.

Tuyo el cese de los tímpanos.

Nunca lloverá suficiente para lavar este asco.

(Laura Giordani)


ARS POLÍTICA

Hemos negado la simpleza pero ¿qué es, al fin, la ceniza?.

Y si la ceniza pide su ahora, ¿qué acumulación resiste?

El miedo puede ser un filo criminal.

Vuelva el corazón a la compasiva naturaleza de lo inútil.

Y resista el puño hasta abrirse,

hasta ser la palma donde coman los pájaros extraviados

de agosto.

(Víktor Gómez)

¡La tienes!, Gaturro


Casi, casi tengo una fórmula para obtener dobletes

retratar-retractar

retratar
.

(Del lat. retractāre, frec. de retrahĕre, retraer).

1. tr. Copiar, dibujar o fotografiar la figura de una persona o de una cosa.

2. tr. Hacer la descripción de la figura o del carácter de una persona. U. t. c. prnl.

3. tr. imitar (asemejarse).

4. tr. Describir con exacta fidelidad algo.

5. tr. retractar. U. t. c. prnl.


retractar.

(Del lat. retractāre).

1. tr. Revocar expresamente lo que se ha dicho, desdecirse de ello. U. t. c. prnl.

2. tr. Der. Ejercitar el derecho de retracto.


rato-rapto

rato2.

(Del lat. raptus, part. pas. de rapĕre, arrebatar).

1. m. Espacio de tiempo, especialmente cuando es corto. Estuve esperando un rato. Voy a descansar un rato. Un rato de conversación. El rato del estudio.

2. m. Gusto o disgusto pasajeros. Pasó un BUEN rato. Me has dado un MAL rato.

rapto.

(Del lat. raptus).

1. m. Impulso, acción de arrebatar.

2. m. Secuestro de personas, con el fin de conseguir un rescate.

3. m. Estado del alma dominada por un sentimiento de admiración y unión mística con Dios.

4. m. Med. Accidente que priva de sentido.

5. m. p. us. robo1.

'Trabajo ilegal' de Óscar Oliva

III

.
.. cualquier persona que haya incurrido o incurriese en ser fomentador,
auxiliador o participante voluntario en estas asonadas, bullicios, motines,
griterías, sediciones o tumultos populares, por el mero hecho quedará notado
durante su vida (además de sufrir en su persona y bienes irremisiblemente
las penas impuestas por las leyes del Reyno contra los que causan o
auxilian motín o rebelión) por enemigo de la patria, y su memoria por
infame o detestable para todos los efectos civiles, como destructor del pacto
de sociedad que une a todos los pueblos y vasallos con la Cabeza Suprema
del Estado, y el reato le seguirá sin prescripción alguna de tiempo.

Carlos III, 1766

El artista (1)


Por 1656
Diego Rodríguez de Silva y Velázquez
se pinta en un lienzo frente a su caballete
ejecutando los retratos de Felipe IV y de doña Mariana,
que se reflejan en el espejo del fondo.
Dona María Agustina Sarmiento,
menina de la infanta doña Margarita,
le ofrece en una bandeja un búcaro con agua.
La infanta, en medio.
A su izquierda,
doña Isabel de Velasco,
también menina.
La enana Maribárbola. Y Nicolás de Portosato,
con el pie izquierdo sobre el perro echado.

En segundo término:
doña Marcela de Ulloa, "guardamujer de las damas
de la reina", y un guardadamas. En la puerta del fondo
descorre una cortina el aposentador don José Nieto Velázquez.
En la pared, lienzos de Rubens. El cuadro se llamaba
de La familia. Mide 3.18 por 2.76 metros. Hoy es conocido
como Las meninas.

He aquí lo que yo hago:
con todos mis materiales de trabajo
me instalo de un golpe en este libro,
sentando plaza en su plaza.
Mi intención es la siguiente:
¿Cómo hacer que este libro y yo lleguemos a ser indivisibles?
¿Cómo hacer que el poema rompa con el sometimiento al papel?

Cuando me incline desde afuera a contemplar este relato ya
concluido,
¿qué es lo que veré? ¿qué es lo que habré dado?
Verdaderamente,
me gustaría nada más dar una pintura boquiabierta
bajo el estruendo.

Pero por el momento,
esto es imposible.
Desde esta cárcel lo único que voy a dar es mi nombre.

Me considero un prisionero de guerra.

miércoles, 13 de octubre de 2010

Poesía en Buenos Aires


Poetas invitados:

ADOLFO MARINO "BEBE" PONTI
HÉCTOR "VASCO" URRUSPURU
SOFÍA LINO
JIMENA ARNOLFI
IOSHUA

Hacen Poesía en Estéreo:

DIEGO ARBIT
SEBASTIAN "SEBAKIS" KIRZNER

Y la música de:

JUANCHI OSUNA
NICOLAS OLMOS y VALERIA COUNYO


ZOOLÓGICO DE POETAS

~ zoológico.

1. m. Lugar en que se conservan, cuidan y a veces se crían diversas especies animales con fines didácticos o de entretenimiento.

El ZOOLÓGICO DE POETAS nace en enero de 2010 a propuesta de MARTÍN LEGORBURU, titular de la peña folklórica EL EMPUJÓN DEL DIABLO, del barrio de Palermo en la Ciudad de Buenos Aires, quien desea ofrecer una alternativa literaria diferente dentro del circuito de la música autóctona. BANÚS e IGNACIO OSORIO, los coordinadores, intentan plasmar cada semana una forma distinta de abordar un ciclo de poesía, en el que la alteridad, la diferencia, lo variopinto, lo diverso son la esencia de lo que se presenta. Distintos registros, voces, estéticas, géneros, edades, procedencias se entremezclan y muestran estallando, chispeando, mágicamente y renovando el espacio cada noche de miércoles. El ZOO es una pequeña isla en la noche porteña en el que las distintas especies, razas y pelajes poéticos se fusionan para hacer que cada episodio sea tan efímero como único e irrepetible, como la poesía misma, como el poeta, como el ser humano. (ZOOPOETAS)

'El verso del verso', por Jesús Malia Gandiaga

95
No por seducción, por rendición. La seducción es máscara amable y llevadera para la humillación.

96
-Jesús, tras leer estos textos esperaba encontrarme con un hombre exaltado, apasionado, atormentado…Sin embargo, del trato personal me llevo una muy buena impresión.
-Siempre cabe el error de apreciación.

97
Cuando un escritor se hace insoportable para sí mismo, mejor que escriba. Qué innoble es maltratar a las personas que le aman a uno…de un modo trivial y sin dejar huella.

'El grano limpio', poema de Leopoldo Panero

EL GRANO LIMPIO

Déjame, Señor, así;
déjame que en Ti me muera
mientras la brisa en la era
dora el tamo que yo fui.

Déjame que dé de mí
el grano limpio, y que fuera,
en un montón, toda entera,
caiga el alma para Ti.

Déjame cristal, infancia,
tarde seca, sol violento,
crujir de trigo en sazón:

coge, Señor, mi abundancia,
mientras se queda en el viento
el olor del corazón.

¿Cómo explicar el nacimiento de un niño en el siglo XXI?

Las abejas, las flores, la semilla en la tierra....eso está desfasado.

SEAMOS MODERNOS.

Un bonito dia, un hijo le pregunta a su padre:

- Papá, como nací yo?
- Muy bien hijo, algun día debíamos hablar de esto y te voy a explicar lo que debes saber:
Un dia, Papá y Mamá se conectaron a Facebook. Papá le mando a Mamá un e-mail para vernos en un cybercafé. Descubrimos que teniamos muchas cosas en común y nos entendíamos muy bien. Papá y Mamá decidimos entonces compartir nuestros archivos. Nos metimos disimuladamente en el W.C y Papá introdujo su Pendrive en el puerto USB de Mamá.
Cuando empezaron a descargarse los archivos, nos dimos cuenta que no teníamos Firewall. Era ya muy tarde para cancelar la descarga e imposible de borrar los archivos. Así es, que a los nueve meses....

Apareció el
VIRUS.

martes, 12 de octubre de 2010

Unos versos de Javier Rico Suardiaz

Me desdigo

Me desdigo
y donde dije digo
digo julio
Alberto.

Yo no tuve culpa.
A mí me dijeron que escribiera esto.
Fue mi mujer.
Apiádese de mí.
Fue por mi educación.
No pusieron el suficiente esmero.

Y es que sin dinero...

Será mejor que nos llevemos bien.
Así que no me venga ahora
a pedir explicaciones
porque yo las vendo.

Vaya usted con Dios. Pero antes
hágame un último favor
y abróchese la bragueta.
¡Caballero!

Un poema de Ana María Reyes Cano a Miguel Hernández

Evoco relicarios de luz junto a tu nombre
de humilde piel pataleada y sola;
de niño cabrero que una fría noche de Reyes
llorabas la injusticia de tus abarcas desiertas;
de padre y esposo enamorado que
aunque no perdonaste a la vida desatenta
supiste vivir y amar y venciste al fin aunque vencido.

Que tu voz suba a los montes y desate
una tormenta de almendras espumosas.

Que mi voz se una a ti como el eco de una plegaria
para recordarte y regresarte,
para que no naufragues nunca en el olvido
de las conciencias dormidas.

Y que a la luna venidera el mundo se vuelva a abrir
encendiendo mil pétalos de lumbre dichosa
que sirvan para recordar que todo puede ser posible
si ignoramos el odio y la lucha sin sentido
de un mundo que sólo buscar escapar
de su propio precipicio.

Este poema a Miguel Hernández, lo leyó Ana María en el recuerdo que de él hicimos en el Ateneo de Madrid en el mes de septiembre de 2010.

Sobre Cántico

(Estamos escudriñando los versos de Al aire de tu vuelo en que interviene los sentidos. Sigue la etiqueta Sobre Cántico si quieres complicarte la vida más de lo que a continuación te propongo.)

¿Y oye? ‘Ruidos/ Irrumpen.’ (Más allá, I) al despertar de la consciencia. ‘Y a la fuerza fundirse/ Con la sonoridad/ Más tenaz; sí, sí, sí,/ La palabra del mar’ (Más allá, II), pues somos parte de ese murmullo que pretendemos desentrañar: la humanidad, la cultura, la naturaleza, el cielo. Sonidos indescifrables, coma el aparente dulce ‘gorjeo esparcido/ Por entre los follajes/ Frágiles’ (Más allá, VI) que ‘Suena a orilla de abril’ (Más allá, VI), orilla apenas, superficie, exterior, que no sabémos qué pájaro produce y es por tanto inaudible. Qué violento despertar, el nuestro, que ‘Lanza la soledad/ A un tumulto de acordes’ (Más allá. VI) confusos.

Y si el mundo sólo nos confunde en un murmullo incomprensible, él, el hombre, usted y yo, en ‘Mi secreto inhábil/ Entre los relojes/ Calla tan inmóvil/ Que apenas sí late’(El prólogo). Con silencio respondemos al silencio. El hombre en su tiempo (entre los relojes) es capaz, sí, de identificar su secreto, pero de un modo inhábil: el hombre acalla elsecreto del hombre al exigirle su tiempo. ‘Y se desgarra el tiempo…/ Es el pitido súbito/ De un tren que allí, tan próximo,/ Precipita al futuro’(Las soledades interrumpidas). El reloj, el repentino y abrupto silbo del tren, son el entorno social que nos apremia, que nos exige diligencia y entrega. ¡Ah!, los hombres y sus sociedades que nos adocenan y anulan. ¿Más ejemplos? En todo en la tarde: ‘Locuaces, los anuncios/ Atajan al gentío./ Escándalos benévolos/ Cercan al distraído’ (I); ‘¿Y el silencio? No puede/ Valer, estar a plomo./ ¡Tantos colores chocan/ Con un rumor tan bronco!// Gran rumor. Se embarullan/ Las pisadas, los gritos/ Que deben ser diálogos,/ Las músicas ya ruidos […] Y el incesante arrastre/ De los muchos trabajos/ Que por dentro murmuran/ Crujidos derrumbados.// ¡Trepidación! Monótona,/ Continua, propagada,/ Precipita galopes/ -Sin cuerpos ya- de máquinas […] Bocinas huyen.’ (II) ‘Entonces se ensordecen/ Las sombras por los muros’. Y, no confundirse, es contra el hombre que ‘Las esquinas aguzan/ Su coraje incisivo./ Tiemblan desgarraduras/ De viento y sol. ¿Gemidos?’ Y es el hombre que gime en su Impaciente vivir.

Mientras tanto, ‘Un rumor. Son las hojas/ Gratas, profusas, cómplices’ (Las soledades interrumpidas) y ‘La escala de un pío’ (Escalas), las que nos invitan a incitan elevarnos. El hombre, sordo y mudo, como hemos dicho, debrá esperar el Advenimiento de la noche y la oscuridad, cuando ‘Cantará el ruiseñor/ En la cima del ansia’.

El 'Diccionario del diablo' de Ambrose Bierce

J

Justicia, s. Artículo más o menos adulterado que el Estado vende al ciudadano a cambio de su lealtad, sus impuestos y sus servicios personales.

Juventud, s. Período de lo Posible, cuando Arquímedes encuentra un punto de apoyo. Casandra tiene quien la escuche y siete ciudades compiten por el honor de mantener a un Homero viviente.

L

Lamentable, adj. Estado de un enemigo o adversario después de un encuentro imaginario con uno mismo.

Legal, adj. Compatible con la voluntad del juez competente.

Lenguaje, s. Música con que encantamos las serpientes que custodian el tesoro ajeno.

Lexicógrafo, s. Individuo pestilente que so pretexto de registrar un determinado estadio en el desarrollo de una lengua, hace lo que puede para detener su crecimiento, quitarle flexibilidad y mecanizar sus métodos. El lexicógrafo, después de escribir su diccionario, se convierte en "autoridad", cuando su función es simplemente hacer una recopilación y no dictar una ley. El natural servilismo de la inteligencia humana, al investirlo de un poder judicial, renuncia a su derecho a la razón y se somete a una mera crónica como si fuera un estatuto legal. Basta, por ejemplo, que el diccionario catalogue a una palabra de buena ley como "obsoleta" u "obsolescente", para que pocos hombres se atrevan a usarla en adelante, por mucho que la necesiten y por conveniente que sea. De este modo el empobrecimiento se acelera y el idioma decae. Por el contrario, el escritor audaz y cultivado que sabe que el idioma crece por innovación --cuando crece--, y fabrica nuevas palabras o usa las viejas en un sentido poco familiar, encuentra pocos adeptos. Enseguida le señalan agriamente que "eso no está en el diccionario", aunque antes de aparecer el primer lexicógrafo (¡que Dios lo perdone!) nadie había usado una palabra que estuviera en el diccionario. En la época de oro del idioma inglés, cuando de labios de los grandes isabelinos brotaban palabras que formaban su propio significado, evidente en su sonido mismo, cuando eran posibles un Shakespeare y un Bacon, y el idioma, que hoy muere rápidamente por una punta y se renueva despacio por la otra, crecía vigoroso y se conservaba dulce como la miel y fuerte como un león, el lexicógrafo era una persona desconocida, y el diccionario una obra para cuya creación el Creador no lo había creado.

Libertad, s. Uno de los bienes más preciosos de la Imaginación, que permite eludir cinco o seis entre los infinitos métodos de coerción con que se ejerce la autoridad. Condición política de la que cada nación cree tener un virtual monopolio. Independencia. La distinción entre libertad e independencia es más bien vaga, los naturalistas no han encontrado especímenes vivos de ninguna de las dos.

Ligas, s. Bandas elásticas destinadas a impedir que una mujer salga de sus medias y devaste el país.

Lío, s. Salario de la coherencia.

Lira, s. Antiguo instrumento de tortura. Hoy la palabra se usa figuradamente con el sentido de facultad poética.

Locuacidad, s. Dolencia que vuelve al paciente incapaz de contener la lengua cuando uno quiere hablar.

Locomaquia, s. Guerra en que las armas son palabras y las heridas, pinchazos en la vejiga natatoria de la autoestima; especie de lucha en que al vencedor se le niega la recompensa de la victoria porque el vencido es inconsciente de su derrota.

Longevidad, s. Prolongación poco común del temor a la muerte.

Lógica, s. Arte de pensar y razonar en estricta concordancia con los límites e incapacidades de la incomprensión humana. La base lógica es el silogismo, que consiste en una premisa mayor, una menor y una conclusión, por ejemplo: "Mayor": Sesenta hombres pueden realizar un trabajo sesenta veces más rápido que un solo hombre. ."Menor": Un hombre puede cavar un pozo para un poste en sesenta segundos. "Conclusión": Sesenta hombres pueden cavar un pozo para un poste en un segundo. Esto es lo que puede llamarse el silogismo matemático, con el cual, combinando lógica y matemática, obtenemos una doble certeza y somos dos veces benditos.

lunes, 11 de octubre de 2010

Fontanarrosa piensa en las parejas


www.negrofontanarrosa.com

Poemas de Ángel Muñoz en 'Como Ulises en una cacharrería'

pelotas

de canijo
jugaba al frontenis
con otros chavales
machacando la tapia
de un almacén de fruta
contiguo
a mi viejo cole

raro era el día
que no una
ni dos
ni tres
hasta cinco o seis pelotas
de tenis
perdíamos en el tejado

entonces
jorge y yo
los dos voluntarios
obligados
por los más mayores
éramos elegidos
para saltar la verja del cole
y subir al tejado
de chapa
del almacén
a unos doce metros de altura
a recuperar pelotas

cuando bajábamos
entre los vítores
de los mayores
los aplausos
y algún que otro chicle
de regalo
nos sentíamos grandes
por nuestra hazaña

hazañas que fueron
locuras
para enanos
de nueve años

cagados


y de eso

precisamente
se aprovechaban los mayores
de nuestra inocencia
para ir a recoger
lo que ellos
eran incapaces de hacer

pelotas

promesa

ahora
que voy camino
de la cuarentena
y he dejado atrás
baches llenos
de colillas sin extinguir
trato de recordar

al Chichas

a Binchu

el Barbas

al Rocha

Manzas

o Fer

cuyos rostros
después de tantas perrerías
se han ido desdibujando
como la cicatriz
que aún cruza
mi dedo corazón

provocada
el día que todos
trepamos a la tapia
coronada de cristales
para acordarnos de nosotros
cuando llegásemos a esta edad

en la que la niebla
me hace vacilar
si fue manzas
o yo
quién recibió
más hostias
por su madre
en la sala de urgencias

La poesía anónima del siglo de oro se salta los convencionalismos...

de la época y su forzada corrección política que llamamos hoy (entonces saltarse la convención suponía someterse a mil vejaciones y acaso tortura), y nos dice verdad. (¡Cuántos daños nos ha hecho la iglesia católica a los españoles!) No recuerdo otro caso (menudo atrevimiento) que el de La Celestina que culminó Fernando de Rojas en que la mujer se holgase de mantener relaciones sexuales sin contemplar el matrimonio (aparte el amancebamiento con el señor de labriegas y gentes bajas, claro). En fin, soneto anónimo divertidísimo y maravilloso.


Soñaba una doncella que dormía
con un galán que amaba tiernamente,
y que él en todo andaba diligente
y descuido ninguno no tenía.

Ella, aunque mal, al fin se resistía,
diciendo: «¿Qué dirá de mi la gente?»,
en efecto cumplió con su accidente,
dando los dos remate a su porfía.

El galán la besaba y abrazaba
con más calor que un encendido leño;
lo dulce a derramar no comenzaba,

cuando se despertó, y dijo al sueño:
«¿Durar un poco más, qué te costaba,
pues para mí era gusto no pequeño?»

Anónimo