martes, 9 de noviembre de 2010

Un poema de Orión de Phantoseas

OTOÑO: realidad y canto

... alguna vez, al pasear entre el tedio y la soledad, cuando la brisa
y el rumor de las hojas caídas vayan contigo rodando y acompañándote,
sentirás de pronto un murmullo de voces y te sobresaltarás deteniendo un instante la sangre,
su raudal de memoria y el calor que tiene;
[... y no, nada habrás de temer, pues obviarás la nostalgia excitada y de nuevo elevarás el vuelo
y aletearás en lo alto hasta quemar la piel]
... hay, y queda, efectivamente, un largo fulgor por los otoños: rosas, días varados
en templos hermosos de ceniza y cal, miedo también, y duda, y fuego puro,
mares helados con que la mente vigila y cerca los atronadores vendavales de la pasión sin fin;
[pero un golpe de juventud termina siempre con nosotros]
... es la rebelión del cisne íntimo, el último estertor contra la sombras,
contra ese tedio final y el implacable ruido de la soledad;
... nadie, nadie puede impedir esta derrota, ni siquiera la bulla de estos pájaros míos
picoteando hambrientos mis ciénagas, los lodazales, las irreductibles hogueras del corazón.


…del libro “Fenicia [poemas de amor]”
http://www.oriondepanthoseas.com
(Weblog literario del autor: poesía, relato, novela, filosofía y otros)

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