jueves, 31 de marzo de 2011

Tres nuevos poemas de Chema Barredo Viudés en 'Marea'

Ensayo de ceguera

A salvo de cualquier significado,
sin límites, sin un lugar concreto,
lejos del aire cotidiano
que habita la razón
soy huella que olvida la memoria.

Renuncio a todas las palabras
que me aten, a la voz
y vuelo como pájaro en invierno,
confuso sin la luz,
sin rastro de senderos
ni surcos que dejan
un rastro imperceptible.

El leve movimiento
de la hoja en la rama,
el sonido del agua que renueva
su curso, el tiempo y su destino
no se detienen.
Señales que persisten.

Procuro ensayos de ceguera
más allá de los nombres.


Tan lentamente

Todo transcurre lentamente,
la última gota que se desprende de una rama
haciendo de un momento eternidad,
el brote de las hojas
que se anuncian bajo el sol.
El hilo del aliento en el invierno
y el miedo de las sombras en la noche.

Con que parsimonioso avance cruza el mundo
ante los ojos y apenas marca su trayecto,
placidez que dibuja la vida.

Todo es demora en el camino
y nada sale a nuestro encuentro,
somos cautivos de los días,
no cabe resistencia,
pausados días
que resuelven las horas sin premura.


Certezas

Te cuento, hay tres lunas,
los prodigios revelan
el secreto más incierto
y el diamante puede dividirse en dos.

¿acaso es imposible
prescindir del invierno?

Tampoco hay calendarios
que muestren un viaje al infinito,
cuaderno donde escribir la historia,
no hay signos y las horas de lluvia
desafían al tiempo,
sin embargo abres las ventanas,
dispones la partida.

Te amparan las luces,
no son más que promesas
que intentas dar un nombre
y el vuelo,
el vuelo es una trampa
sin mapas ni resumen
pero te mueve el olor del viaje.

Hunde los remos en el agua,
divisamos Icaria.

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