miércoles, 10 de octubre de 2012

A, y de, Martín Rodríguez-Gaona

Ya lo he dicho, no sé si en el blog, y lo repito ahora: Martín Rodríguez-Gaona me dio algunos de los nombres que forman parte de mi antología de poesía con matemáticas. Pertenece Martín a ese raro espectro de poetas que no solo buscan medrar, sino, y sobre todo, el crecimiento de la poesía y el conocimiento de todas sus vertientes.

Hablar de poesía con Martín es sentirse apabullado por su inmeso conocimiento, y no porque sea un soberbio que le guste señarlarse, sino porque Martín tiene un profundo amor a la poesía y un interés sin tasa por aprehenderla. Y decir amor a la poesía, no es equivoquéis, no es amor al aplauso, sino una atención perenne a todo lo que sucede en este campo y a sus protagonistas. Martín escucha, rarísima cualidad en este país, no solo entre pretendidos poetas. Por eso Martín, que está llamado a ser uno de nuestros popes en la prensa escrita (cuando se aventure a dar un puñetazo sobre la mesa y exigir para sí lo que sería provecho de todos), no hay foro, alto o bajo, al que no acuda con toda discreción y respeto.

Así que desde aquí lanzo un brindis por Martín Rodríguez- Gaona, poeta, amante de la poesía y, como profundo y tenaz estudioso, realmente atento con/a todo ser humano.

Gracias, Martín, no sé si Madrid te habrá hecho feliz como esperabas, pero ten la certeza de que Madrid gana mucho contigo. Lo siento por Lima.

Y tras este panegírico, del que puedo decir 'el' porque no he hecho otro a ninguna persona (no digo obra ni autor), su verso. Codex de los poderes y de los encantos lo publicó en abril de 2011 con Olifante. A continuación la cubierta y algunos versos. Cada miércoles a las 21 horas, más.


III. EL VIAJE DE LOS MITIMAES*

Cuando la católica fe, desterrada de Inglaterra
y del septentrión, se va de un polo a otro
a residir con los antípodas.

Dispuesto el objetivo a capturar un gesto alegre,
la música se pierde en lo profundo del mar.
Hace calor y no es necesariamente el respeto
a la vida animal lo que ha guiado mi patrón
alimenticio.
¿Cómo se supone que he de hablar de aquello
que no se descubrió?

Seres y objetos están en movimiento, mezclándose
y cambiando,
apareciendo y desapareciendo, plegándose,
despegando. Las frases se funden, viajan
y se pierden unas en otras.
El amor es un intercambio de lenguas.
¿Quién busca quedarse inmóvil
si puede alcanzar los límites, tocar el horizonte,
su barco ebrio, explorar las líneas de la costa?

1987, verano, hemisferio norte:
Estás en el jardín de tu
familia-inglesa-de-clase-obrera,
es un día soleado y te sientes
deportiva.

La cabellera al viento
y los ojos clavados en el vacío.
El atuendo escogido es una combinación
de celeste y rosado,
pero las extremidades son fuertes,
hechas para saltar vallas
y dejar huellas.

Una nube te transporta
a un punto sin retorno:
Piensas en el futuro.

LAS FIESTAS EN BATH
LAS NOCHES EN PARÍS
LA LLUVIA EN AMSTERDAM

Allí donde al fin no importe tu belleza,
la feroz necesidad de amar.

Qué poco tengo para contar, Pies
viajeros,
o que alguien quiera oír
hoy en día–

Ese aroma
imposible de nombrar:
espero pronto te abandone
y amanezcas varada como un trapo sucio.

¿Mis pasos hallaré en la arena
o sobre una piedra?

Desde 1967
Manny no regresa al Perú.
Sus historias recurrentes
empiezan con una chica de Chaclacayo
que conoció en Nueva York.

«Le gustaba tirar
a la Carmencita,
era más puta
que una gallina,
paisano».

En mis manos pone las llaves de
un mundo
que nos han pedido vivir
nuevamente.

Los libros de texto
dibujan barbas en la Bahía de Cochinos,
Woodstock en las estrofas de alguna canción
psicotrópica,
Mayo del 68, sus gendarmes
y adoquines–

Los males endémicos del Tercer Mundo.

«Cuando pasa algo,
en Lima dicen: ‘Ya está, ya
se ha jodido’.
Dime tú
si no es así. ¿Has visto
a algún peruano
reconocer: ‘Fui yo, he sido yo,
hermanito’».

Muchas encomiendas quedarían inútiles
y mucha tierra despoblada y todo beneficio
perecería sin ningún remedio.

Lo mejor que puede hacer un padre
al nacer su hijo
es morir.

«Soy cosmopolita,
ciudadano del mundo.
Imagínate
qué es estar en lugares
en los que toda la ropa es para gente
de tu talla,
donde terminas
por hacer tuya la lengua,
además…»

Esta temporada
–Mediterráneo ayúdame–
la lista en los periódicos
es interminable: Pinochet,
Fujimori, Chávez.
Cooperación Internacional
inaugura una escuela técnica
en las minas de Bolivia.

«Hablamos tanto de pérdida
y lo curioso del caso
es que ignoramos nombrar
todo lo que no se escribe
con esas letras,
¿para qué mentir?
La realidad
siempre fue así».

Siento que la vida me falta, que quise hacer más
de lo que la razón
o las buenas formas han permitido.

Ostensible y memorable pieza de alquiler
frente a la confianza de las nuevas generaciones:
Cursos de verano en el Palacio de la Magdalena
(Otorgado por voluntad popular a Alfonso XIII
en 1911).

El mar tiene un azul postal y sobre él
los rayos de sol se cortan en miles
de cristales
–¿una herida infinita?–

Ayer escuché a un nativo en mal inglés:
«It’s easy to win in the Third World»,
pero yo busco amor, el mismo
del chico de la cabellera larga y cuidada
que abraza, dulcemente, los hombros
dorados de quien deja
sin pensar
la niñez.

Contra los peñascos, las olas chocan
y su constante caricia
algún día será un paisaje
de alegría y destrucción.

Posible mente éste sea el origen, pero
hoy eres forastero,
hijo de ningún lugar.

*En el Tahuantinsuyo, los Incas, al anexar a los pueblos sometidos, creaban una nueva clase social, los llamados «mitimaes», individuos indeseables por su potencial desestabilizador, condenados al exilio, a las arduas fronteras del Imperio. Nunca pudieron imaginar que también ellos serían víctimas, y que no podrían gozar del consuelo de sus seres amados.

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