miércoles, 28 de noviembre de 2012

"Tres fragmentos" e "Improvisaciones" de Bartrina (último cuarto del siglo XIX)

TRES FRAGMENTOS

- a) -
El doctor que por mi suerte
pone remedio a mis males,
me explicó ayer las señales
para conocer la muerte.
Y en verdad que me dio horror,
pensando, mi ex bien, en ti,
lo que claramente oí
de los labios del doctor.
¡Oh dolor! Pero ello es cierto
y es forzoso que lo diga:
¡Oh!, tú que fuiste mi amiga,
has de saber que te has muerto.
¿Qué respondes?, ¿que ayer mismo
admire tu lindo talle,
pues pasaste por mi calle?
¡Efectos del galvanismo!...
. . . . . . . . . .
. . . . . . . . . .
. . . . . . . . . .
. . . . . . . . . .
Además, por conclusión,
del cadáver, en verdad,
tienes la misma frialdad
y la misma corrupción.


IMPROVISACIONES
Leídas en la velada literaria, dada por los señores de Bremón, en obsequio a la distinguida escritora doña María del Pilar Sinués

ELECTRICIDAD

A FERNANDA LLANOS DE BREMÓN

Al ver que es una verdad
que, gracias a un buen doctor,
mitiga ya tu dolor
la activa electricidad,
reconozco la excelencia
del doctor y aquí le alabo.
Libre era el rayo: hoy esclavo
es tan solo de la ciencia.
La ciencia siempre intranquila
en su busca al cielo sube;
coge el rayo en una nube
y lo encierra en una pila;
y hoy el rayo, esclavo, lidia
para dar fuerzas dobladas
a la que con sus miradas
tantas veces le dio envidia.

A PILAR SINUÉS

La señora de Sinués
sabe ya mejor que yo
que es la pila, y hasta lo
que la electricidad es.
Hay dos polos: negativo
el uno, da una corriente
en un todo diferente
de la que da el positivo.
(No cuento el polo andaluz
entre un polo y otro polo.)
De esta lucha nace solo
el esplendor de la luz.
Y al ver en la ilustre autora
de tanta y tanta novela
con las que su nombre vuela
y más en fama atesora;
al ver en la de Sinués
un estilista, portento
de habilidad y talento,
y al mirarme yo al revés
y verme tan diferente,
creo, y por mi parte sé
que ha de establecerse, a fe,
de la amistad la corriente.

A LAS DAMAS DE LA REUNIÓN

Al ver en este salón
las eléctricas miradas
de las bellas invitadas,
un polo es mi corazón;
pero decírselo esquivo,
pues temo, porque lo arguyo,
que el polo corazón suyo
sea un polo negativo.

A TODOS LOS CONCURRENTES

Si al rayo debo el placer
de ver a Fernanda buena
y al rayo la dicha plena
de la amistad por doquier;
cuando el cielo, oscuro y fiero,
lance un rayo entre las aguas,
en vez de abrir el paraguas
me le quitaré el sombrero.

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