martes, 26 de febrero de 2013

"¿Quién me dará un coraçón tan alto..." y "No é de pedir sino lo que merezco...", sonetos de Juan Boscán

¿Quién me dará un coraçón tan alto        
que d'amor pueda escudriñar los hechos,        
sin que mis daños proprios, o provechos,        
s'atraviesen a darme sobresalto?        

Comienço a contemplar y luego salto
por medio del deleite en mil despechos        
que m'arrancan el alma de los pechos        
y quedo yo acusándome de falto.        

Cargan tristezas, mas en mitad dellas        
el spíritu d'amor sostiene'l gusto
y defiende que'l desamor no tiente.        

Es el proceso de'sto muy injusto;        
quema el fuego y alumbran las centellas;        
el bien se huele y el dolor se siente.

___

No é de pedir sino lo que merezco,        
y é de pediros cuanto yo deseo.        
Igualo el merecer con el deseo        
y entiendo bien con esto a qué m'ofrezco.        

Así lo digo, y no m'ensoverbezco,
ni en palabras inchadas me rodeo;        
antes, según yo desto siento y creo,        
de sola la verdad me favorezco.        

No quiso Dios dar bien no merecido,        
y así nos dio con qué se mereciese.
El alma os doy, y os doy lo que's posible;        

¡Y oxalá yo, señora, más pudiese!        
Con esto, pues, merezco lo que pido,        
y hasta donde comiença lo imposible.

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