miércoles, 16 de octubre de 2013

"A más cómo, menos por qué" es un libro de aforismos de Jorge Wagensberg (4, y fin)

Lo humano: construcciones y fronteras

Por un solo detalle se distingue el sueño de la vigilia: la vigilia se puede compartir con otros seres en estado de vigilia.

Dios pudo inventar la física, pero tuvo que aceptar la matemática.

Si Dios, que es eterno, creó el mundo, entonces ¿en qué se ocupó durante la primera semieternidad?

La afirmación “Dios nos es necesario para explicar la realidad” no es una conclusión de la ciencia, sino una hipótesis de trabajo.

La frecuente atribución humana de una catástrofe natural a un castigo divino es un indicio (otro) de que Dios está hecho a la imagen y semejanza del ser humano.

Es inútil rogar a Dios, ya que Él es uno de los pocos conceptos que, por definición, no cambia.

La pregunta es de un estirado teólogo: “Con toda su ciencia ¿ha llegado usted a alguna conclusión sobre la existencia de Dios?” y la respuesta es de J. B. S. Haldane, el legendario naturalista especialista en escarabajos: “No, pero lo que sí puedo decir es que, si existe, tiene una afición desmedida por los escarabajos”.

Cuando se gana espacio o tiempo casi siempre es a costa de un vecino.

Los que están a favor suelen estarlo con matices, los que están en contra solo están en contra.

Estar a favor une menos que estar en contra.

Los amigos descubiertos entre los enemigos de nuestros enemigos están siempre pendientes de confirmación.

La ciencia sirve para conocer el mundo, la tecnología sirve para cambiarlo y, al cambiarlo, la tecnología crea nuevas incertidumbres que la ciencia debe aprender a anticipar con nueva tecnología, la cual, a su vez, crea nuevas incertidumbres...

Educar no es llenar sino encender.

El mal uso de una nueva tecnología no es un argumento contra su buen uso.

Elitista, una de las pocas palabras capaz de desprestigiar la palabra cultura.

Malentendido masivo: acabar con la élite por el procedimiento de que la elite se convierta en masa.

Bienentendido elitista: acabar con la elite por el procedimiento de que la masa se convierta en elite.

Hay dos maneras de acabar con la elite: matando a todos los que pertenecen a ella o apuntando en la elite a todos los que no pertenecen a ella.

En general, ante una minoría cultural selecta hay que intentar que sea menos minoría, no menos culta, ni menos selecta.

En las sociedades creativas (por ejemplo, el Renacimiento italiano), las masas se miran en la elite, en las sociedades destructivas (por ejemplo, el nacinalsocialismo alemán), la elite se mira en las masas.

Síndrome espiralmente injusto en un equipo de trabajo: el que trabaja bien cada vez trabaja más, el que trabaja mal cada vez trabaja menos.

Una de las felicidades más intensas que se pueden vivir es el avistamiento fugaz de un animal libre.

El ser humano es individualmente inteligente y colectivamente imbécil.

Síndrome asintótico: saber que se está cada vez más cerca sin dejar de saber que no se llega nunca.

El animal que más individuos de su propia especie mata es, con mucho, el que mejores poemas escribe.

Lo singular: innovación y extinción

Las notas del violín, y solo las del violín, suenan envueltas en un raro terciopelo que ninguna tecnología ha sabido aún reproducir del todo.

Cualquier instrumento se ha beneficiado del progreso de la tecnología con una única excepción, el violín.

Toda inverosimilitud decrece con la frecuencia de su ocurrencia, excepto quizá el sonido de un violín.

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