martes, 13 de mayo de 2014

Sonetos de Fernando de Herrera (4)


Canso la vida, i siempre espero un día
de fingido plazer, huyen los años,
i nacen d'ellos mil sabrosos daños,
qu'esfuerçan el error de mi porfía.

Son, por do salir pienso a mi alegría,
tan inciertos los passos, tan estraños
que rematan el curso, en mis engaños,
i dellos buelvo a comencar la vía.

Descubro en el principio otra esperança,
si no mayor, igual a la passada,
i en el mesmo desseo persevero.

Mas torno sin cessar a la mudança
de la suerte en mi daño conjurada,
i, esperando el fin cierto, desespero.



Venció mi duro pecho Amor tirano,
i los nervios cortó su aguda espada
d'aquella agena libertad amada,
que mísero suspiro i lloro en vano.

El me buelve i me trae por la mano,
a do mi afrenta i perdición l'agrada.
Mas de su afán la vida ya cansada
tornar procura'l curso usado i llano.

Pero es flaca osadía, i con la muerte
luchando, abraço alegre el dulce engaño,
i me aventuro en el desseo i pierdo.

Que yo no puedo ser al fin tan fuerte,
que contraste gran tiempo a tanto daño;
ni en tal error me vale ya ser cuerdo.



No espero en mi dolor lo que desseo,
que tanto bien no cabe en mi mal fiero;
mas desseo ya sólo lo qu'espero,
acabar en mi ciego devaneo.

Tan cansado me tiene este desseo,
que del mísero efeto desespero,
i engañado en mi intento persevero;
el vano error, que sigo, al cabo veo.

Pero ¿qué vale ver el mal presente,
si porfío i contrasto no espantado
a los assaltos bravos d'amor crudo?

No temo, i oso todo libremente;
porqu'es al coraçón desesperado
la dura obstinación vulcanio escudo.

No hay comentarios: