martes, 3 de marzo de 2009

Sobre Cántico (X), dentro del poema 'Más allá'

V
Por aquella pared,
Bajo un sol que derrama,
Dora y sombrea claros
Caldeados, la calma

Soleada varía.
Sonreído va el sol
Por la pared. ¡Gozosa
Materia en relación!

Y mientras, lo más alto
De un árbol -hoja a hoja
Soleándose, dándose,
Todo actual- me enamora.

Errante en el verdor
Un aroma presiento,
Que me regalará
Su calidad: lo ajeno,

Lo tan lejano que es
Allá en sí mismo. Dádiva
De un mundo irremplazable:
Voy a por él a mi alma.

Como siempre me reprochó Carmen Flores en sus clases de lengua y literatura en segundo de bachillerato, allá en Barbate, voy a parafrasear; que normalmente es lo que nos descubre la realidad del poema. Querida Carmen, menos mal que tus reiteradas correcciones no me hicieron mella. Qué manía la tuya.
'Por aquella pared, /Bajo un sol que derrama'. Así que el sol va sobre la pared, la pisa, con su juego de luces y sombras dichosas sobre los claros caldeados (caldear, en una de las acepciones del DRAE: Hacer ascua el hierro para labrarlo o para soldar un trozo con otro) por él mismo. Calienta y enfría, ilumina y vela, clarea y oscurece, este es el juego del sol con el que solda. '¡Gozosa/ Materia en relación!'. Gozosa, sí, pero qué sufrido. ¿No? Sin embargo, 'la calma/ soleada varía'. Mucha calma, mucha paz, pero variante. No tan calma, entonces.
'Y mientras, lo más alto/ De un árbol -hoja a hoja/ Soleándose, dándose,/ Todo actual- me enamora.' Dichosa, fugaz y eterna actualidad. Fugaz en un hombre, eterna en el hombre.
'Errante en el verdor/ Un aroma presiento,/ Que me regalará/ Su calidad: lo ajeno'. Aguza el olfato, lo hueles. No, mentira, ese presentido aroma está por llegar. ¿Entonces? Pues sí, pues sí, que aquí no hay nardos. ¿Se habrá emocionado este Jorge alguna vez con el olor de un cocido? En 'Cántico' no lo cuenta. Pero esa esencia indefinida que está por tocarle (permítaseme el chiste, que Jorge entenderá) a la nariz, según presiente, tiene la calidad de 'lo ajeno,/ Lo tan lejano que es/ Allá en sí mismo'. Lo ajeno, lo exterior, así se refiere el bueno de Jorge a la creación (sea ésta de la índole que sea); que, sin embargo, en sí mismo busca. Su razón es la luz que ilumina este mundo, en su alma el aroma que espera alcanzar.
Una amenaza: continuará...

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