domingo, 30 de septiembre de 2012

Vicente Huidobro visita España ("Cigarro", "Arte poética" y "Ecuatorial")

Con el anterior título no pretendo dar una noticia de actualidad (que de serlo, ¡insuperable!) sino remontarme a 1918, año en que Huidobro visita brevemente España viniendo de París y revoluciona al personal (a los poetas, quiero decir, no mucho más) con su obra, dejando el impulso para que en España (tanto tiempo después que en Italia, Suiza y Francia), se den las vanguardias.

En el breve lapso que Huidobro estuvo en Madrid, le dio tiempo a publicar cuatro libros y a reeditar un quinto. Publica Hallali y Tour Eiffel, en francés, y Poemas árticos y Ecuatorial, en español; reedita El espejo de agua, que en 1916 saliera en Buenos Aires.

¿Por qué me refiero a estos libros? Acabo de conluir una muestra de poetas surrealistas y casi sin pretenderlo comienzo mañana una del ultraísmo español. El culpable, el autor de la antología de la que mañana te hablo. Así que no he podido menos que visitar a Vicente (Huidobro), también por otros motivos hice estas visitas, y traerte a Poesía Abierta los libros y poemas suyos que tan decisivos fueron para que las vanguardias tomaran cuerpo en España.

Cuidado, cuidado, no te crees falsas expectativas. Vicente publicó Hallalai y Tour Eiffel en francés, sin preocuparse lo más mínimo de que yo pudiera entender su contenido, así que en justa reciprocidad no me preocuparé de mostrar estas obras suyas. De Poemas árticos, os daré muestra con cuenta gotas cada jueves a partir del próximo. Y, por último, los dos poemas que yo creo que más han influido en aquel tiempo y con posterioridad de entre estos cuatro libros: "Arte poética" de El espejo de agua y el poema-libro Ecuatorial. Todos los poemas, aviso, son fieles reproducciones de la edición de 1918, que he podido ver a mi gusto en la BNE. ¿Por qué lo hago? Porque hablo de Vicente en relación al impulso creacionista que dio a los poetas españoles. ¿Por qué lo digo? Porque he visto más de una edición de Ecuatorial (inclusive la web que tomé para preparar la mía), y desde la primera línea (no en la web) se notan algunos cambios.

Sin más, ahí van. Disfruta, esta vez no te quejarás de que he sido breve.


ARTE POÉTICA

Que el verso sea como una llave
Que abra mil puertas.
Una hoja cae; algo pasa volando;
Cuanto miren los ojos creado sea,
Y el alma del oyente quede temblando.

Inventa mundos nuevos y cuida tu palabra;
El adjetivo, cuando no da vida, mata.

Estamos en en ciclo de los nervios.
El músculo cuelga,
Como recuerdo, en los museos;
Mas no por eso tenemos menos fuerza:
El vigor verdadero
Reside en la cabeza.

Por qué cantáis la rosa, ¡oh, Poetas!
Hacedla florecer en el poema;

Solo para nosotros
Viven todas las cosas bajo el Sol

El Poeta es un pequeño Dios.



Ecuatorial (Edición madrileña de 1918)

Era el tiempo en que se abrieron mis párpados sin alas
Y empecé a cantar sobre las lejanías desatadas

Saliendo de sus nidos
            Atruenan el aire las banderas

LOS HOMBRES
            ENTRE LA YERBA
                BUSCABAN LAS FRONTERAS

Sobre el campo banal
                el mundo muere
De las cabezas prematuras
                brotan alas ardientes
Y en la trinchera ecuatorial
                trizada a trechos
Bajo la sombra de aeroplanos vivos
Los soldados cantaban en las tardes duras

Las ciudades de Europa
                Se apagan una a una

Caminando al destierro
El último rey     portaba al cuello
Una cadena de lámparas extintas

        Las estrellas
            que caían
        Eran luciérnagas del musgo

Y los afiches ahorcados
                pendían a lo largo de los muros

Una sombra rodó sobre la falda de los montes
Donde el viejo organista hace cantar las selvas

        El viento mece los horizontes
        Colgados de las jarcias y las velas

Sobre el arcoiris
            Un pájaro cantaba

        Abridme la montaña

Por todas partes en el suelo
He visto alas de golondrinas
Y el cristo que alzó el vuelo
Dejó olvidada la corona de espinas

            Sentados sobre el paralelo
            Miremos nuestro tiempo

SIGLO ENCADENADO EN UN ÁNGULO DEL MUNDO

En los espejos corrientes
Pasan las barcas bajo los puentes
Y los ángeles-correo
        Reposan en el humo de los dreadnought

Entre la hierba
        silba la locomotora en celo
Que atravesó el invierno

Las dos cuerdas de su rastro
Tras ella quedan cantando
Como una guitarra indócil

Su ojo desnudo
        Cigarro del horizonte
                    Danza entre los árboles
Ella es el Diógenes con la pipa encendida
Buscando entre los meses y los días

Sobre el sendero equinoccial
Empecé a caminar

Cada estrella
        Es un obús que estalla

Las plumas de mi garganta
Se entibiaron al sol
            que perdió un ala

El divino aeroplano
Traía un ramo de olivo entre las manos
Sin embargo
        Los ocasos heridos se desangran
Y en el puerto      los días que se alejan
Llevaban una cruz en el sitio del ancla

Cantando nos sentamos en las playas

Los más bravos capitanes        El capitán Cook
En un iceberg iban a los polos        Caza aurora boreales
Para dejar su pipa en labios        En el polo sur
Esquimales

Otros clavan frescas lanzas en el Congo

El corazón del África soleado
Se abre como los higos picoteados

Y los negros
        de divina raza
esclavos en Europa

Limpiaban de su rostro
                la nieve que los mancha

Hombres de alas cortas
                Han recorrido todo
Y un noble explorador de la Noruega
Como botín de guerra
Trajo de Europa
            entre raros animales
Y árboles exóticos
Los cuatro puntos cardinales

Yo he embarcado también
Dejando mi arrecife vine a veros

Las gaviotas volaban en torno a mi sombrero
Y heme aquí
        de pie
            en otras bahías

Bajo el boscaje afónico
Pasan lentamente
            las ciudades cautivas
Cosidas una a una por hilos telefónicos

Y las palabras y los gestos
Vuelan en torno del telégrafo
Quemándose las alas
                cual dioses inexpertos

Los aeroplanos fatigados
Iban a posarse sobre los para-rayos

Biplanos encinta
            pariendo al vuelo entre la niebla

Son los pájaros amados
Que en nuestras jaulas han cantado

Es el pájaro que duerme entre las ramas
Sin cubrir la cabeza bajo el ala

En las noches
        los aviones volaban junto al faro
El faro que agoniza al fondo de los años

Alguien amargado
            Las pupilas vacías

Lanzando al mar sus tristes días
Toma el barco

Partir
        Y de allá lejos
Mirar las ventanas encendidas
Y las sombras que cruzan los espejos

Como una bandada
            de golondrinas jóvenes
Los emigrantes cantaban sobre las olas invertidas

                            MAR

MAR DE HUMAREDAS VERDES

Yo quería ese mar para mi sed de antaño
Lleno de flotantes cabelleras

Sobre esas olas fuéronse mis ansias verdaderas

Bajo las aguas gaseosas
                Un serafín náufrago
                teje coronas de algas
La luna nueva
        con las jarcias rotas
Ancló en Marsella esta mañana

Y los más viejos marineros
En el fondo del humo de sus pipas
Habían encontrado perlas vivas

El capitán del submarino
Olvidó en el fondo su destino

Al volver a la Tierra
            Vio que otro llevaba su estrella

Desterrados fiebrosos del planeta viejo
Muerto al alzar el vuelo
Por los cañones antiaéreos

Un emigrante ciego
            Traía cuatro leones amaestrados
Y otro llevaba al hospital del puerto
Un ruiseñor desafinado

Aquel piloto niño
            que olvidó su pipa humeante
Junto al volcán extinto
Encontró en la ciudad
                los hombres de rodillas
Y vio alumbrar las vírgenes encinta

Allá lejos
                        Allá lejos
Vienen pensativos
            los buscadores de oro
Pasan cantando entre las hojas
Sobre sus hombros
Traen la California

Al fondo del crepúsculo
Venían los mendigos semi-mudos

Un rezador murmullo
                Inclinaba los árboles

        Sobre los mares
        Huyó el Estío

QUÉ DE COSAS HE VISTO

Entre la niebla vegetal y espesa
Los mendigos de las calles de Londres
Pegados como anuncios
Contra los fríos muros

Recuerdo bien
            Recuerdo

Aquella tarde en Primavera
Una muchacha enferma
Dejando sus dos alas a la puerta
Entraba al sanatorio

Aquella misma noche
                bajo el cielo oblongo

Diez Zeppelines vinieron a París
Y un cazador de jabalís
Dejó sangrando siete
Sobre el alba agreste

Entre la nube que rozaba el techo

Un reloj verde
                Anuncia el año

                1917
LLUEVE
                    Bajo el agua
                    Enterraban los muertos

        Alguien que lloraba
        Hacía caer las hojas

Signos hay en el cielo
Dice el astrólogo barbudo
                Una manzana y una estrella
                Picotean los búhos
Marte
    pasa a través de
            Sagitario

SALE LA LUNA
                    Un astro maltratado
                    Se desliza

Astrólogos de mitras puntiagudas
De sus barbas caían copos de ceniza

Y heme aquí
        Entre las selvas afinadas
Más sabiamente que las viejas arpas

En la casa
        que cuelga del vacío

Cansados de buscar
            los Reyes Magos se han dormido

Los ascensores descansan en cuclillas

Y en todas las alcobas
Cada vez que da la hora
Salía del reloj un paje serio
Como a decir
        El coche aguarda
                    mi señora

Junto a la puerta viva
El negro esclavo
            abre la boca prestamente
Para el amo pianista
Que hace cantar sus dientes

Esta tarde yo he visto
Los últimos afiches fonográficos
Era una confusión de gritos
Y cantos tan diversos
Como en los puertos extranjeros

Los hombres de mañana
Vendrán a descifrar los jeroglíficos
Que dejamos ahora
Escritos al revés
Entre los hierros de la Torre Eiffel

Llegamos al final de la refriega
Mi reloj perdió todas sus horas

Yo te recorro lentamente
Siglo cortado en dos
            Y con un puente
Sobre un río sangriento
Camino de Occidente

Una tarde
        al fondo de la vida
Pasaba un horizonte de camellos
En sus espaldas mudas
Entre dos pirámides huesudas
Los hombres del Egipto
Lloran como los nuevos cocodrilos

Y los santos en tren
            buscando otras regiones
Bajaban y subían en todas las estaciones

Mi alma hermana de los trenes

        Un tren puede rezarse como un rosario
        La cruz humeante perfumaba los llanos

Henos aquí viajando entre los santos

El tren es un trozo de la ciudad que se aleja

El anunciador de estaciones
Ha gritado
                    Primavera
                    Al lado izquierdo
                            30 minutos

Pasa el tren lleno de flores y de frutos

El Niágara ha mojado mis cabellos
Y una neblina nace en torno de ellos

Los ríos
        Todos los ríos de las nacientes cabelleras
Los ríos mal trenzados
Que los ardientes veranos han besado

Un paquebot perdido costeaba
Las islas de oro de la Vía Láctea

La cordillera Andina
            Veloz como un convoy
Atraviesa la América Latina

El Amor
                    El Amor

En pocos sitios lo he encontrado
Y todos los ríos no explorados
Bajo mis brazos han pasado

Una mañana
        Pastores alpinistas
Tocaban el violín sobre la Suiza

Y en la estrella vecina
Aquel que no tenía manos
Con las alas tocaba el piano

Siglo embarcado en aeroplanos ebrios

            A DONDE IRÁS
Caminando al destierro
El último rey      portaba al cuello
Una cadena de Lámparas extintas

Y ayer vi muerta entre las rosas
La amatista de Roma
ALFA
                OMEGA

        DILUVIO
                        ARCO-IRIS

Cuántas veces la vida habrá recomenzado

Quién dirá todo lo que en un astro ha pasado
        Sigamos nuestra marcha
        Llevando la cabeza madura entre las manos

EL RUISEÑOR MECÁNICO HA CANTADO

Aquella multitud de manos ásperas
Lleva coronas funerarias
Hacia los campos de batalla
        Alguien pasó perdido en su cigarro

                QUIÉN ES

Una mano cortada
Dejó sobre los mármoles
La línea Ecuatorial recién brotada

Siglo
        Sumérgete en el sol
Cuando en la tarde
        Aterrice en un campo de aviación

Hacía el solo aeroplano
Que cantará un día en el azul
Se alzará de los años
Una bandada de manos


            CRUZ DEL SUR

SUPREMO SIGNO        AVIÓN DE CRISTO

El niño sonrosado de las alas desnudas
Vendrá con el clarín entre los dedos
El clarín aún fresco que anuncia
El Fin del Universo

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